三十

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El cielo tenía gamas de atardecer, Zheng Guo no tardó mucho en regresar a la calle donde estaba la casa Kim, Taehyung y él casi no cruzaron palabra y tampoco permitió que se bajara. En la entrada, halló varios recipientes con lichis, caquis, variedades de té y algunas flores que Huo comió encantado, el fénix supuso que los seres invitados al matrimonio los dejaron mostrando respeto. Llevaron todo adentro encontrándose con la casa totalmente vacía, Taehyung corrió escaleras arriba, Zheng Guo tomó las bolsas subiendo también.

─Estoy cansado, nos vemos después, Su Alteza ─sonrió levemente mirando al pelinegro antes de encerrarse en su habitación sin esperar respuesta.

Al estar solo, se lanzó a la cama, abrazó su almohada intentando que sus sollozos no se oyeran. Miles de cosas pasaron por su cabecita, entre ellas, no pudo ignorar el asunto de la prometida de Jungkook. Se sentía terrible, era demasiado para su corazón. Aunque no comió ni siquiera un bocado desde el helado, tampoco sintió hambre.

Taehyung se quedó en silencio al no poder seguir llorando, su corazón latía de prisa y comenzó a sentirse asfixiado. Él no estaba dándoles el mismo valor amistoso, para nada. Con la noticia de la prometida, entendió que le gustaba y que quería saber más, que quería conocerlo bien. Sin embargo, llegó tarde. Jungkookie se casaría con la hermosa hada floral. No podía competir.

El Segundo Príncipe quiso darle espacio, al caer la noche totalmente sin embargo, sintió que ya era suficiente. Abrió la puerta sabiendo que si tocaba, Taehyung no lo dejaría pasar, al verlo hipar con los ojos hinchados, la nariz roja y un rastro de tristeza, se le rompió el corazón.

─Taehyung. ─Se sentó a su lado, sus manos le acariciaron la cabeza con ternura.

─ ¿Puede irse, Su Alteza? ─pidió tratando de alejarse.

─No me iré, ─le quitó la almohada─ y no me digas "Su Alteza", lo detesto si viene de ti.

─No puedo.

─Claro que puedes. ─Le limpió algunas lágrimas─ ¿Recuerdas el día que mi padre cocinó para ti el cerdo laqueado?

─Sí.

─ ¿Recuerdas que los sirvientes indicaron que mi padre no se comportaba como un Consorte Real común y el Emperador se enojó con ellos? ─Al ir hablando, levantó al castañito para sentarlo en su regazo y lo abrazó, una de sus manos viajó por la marca de su cuello enviando algo de energía para ayudar a que se curara─. El Dragón Azur dijo que nadie más que él podría regular el comportamiento del Consorte Real, en consecuencia, mi padre podría actuar como quisiera. El Consorte Real debe dormir en la Segunda Villa, sin embargo, duerme cada noche con mi padre en la Primera Mansión; no debe cocinar, mas, desde que fuiste, no para de hacer diversos platillos junto a la dama Peng; aunque no debe llamar al Emperador de Jade por su nombre, hace todo lo contrario; debería quedarse en su Mansión todo el día, mas, pasea libremente; no debe meterse en asuntos de la corte, pero no sólo discute los asuntos con el Emperador, también ayuda a dirigir los Palacios Este y Norte sin ser un guardián. Yo aplico eso contigo, no quiero que actúes como los demás conmigo, yo soy Jungkookie para ti, no soy ni el Segundo Príncipe ni el Guardián Sur ni nada parecido.

─Pero...

─ ¿Qué ocurre en tu cabecita?

─J-Jungkookie. ─Volvió a llorar, sus manos se cerraron en la camiseta ajena.

─Tranquilo, pequeño polluelo de fénix, todo está bien. Jian Ci no volverá a molestar, vine aquí para que no lo lograra y ahora está en un calabozo.

─ ¿Por eso viniste?

─Fue una de las razones.

─ ¿Y tu prometida? ─susurró─. Me dijiste que el hada floral era amiga de tu tío.

─Eras una bolita, ¿cómo podía explicarte esas cosas?

─ ¿La amas? ─Dios, cómo le dolía, es que realmente...

─ ¿Por qué lo preguntas? ─presionó un poco, ya le había confesado lo mucho que significaba para él así que vería si era correspondido.

─Me gustas, Zheng Guo ─murmuró, al decirlo se armó de valor, le dolería por ser su primer amor pero liberarlo haría que el peso en su corazón se desvaneciera─. Descubrí que me gustas mucho. No puedo darte mi amistad, no cuando quiero tomar tu mano. Sé que eso no está bien porque te casarás, no te gustan los chicos, esto es apresurado y hay miles de razones más...

En respuesta, el Segundo Príncipe lo tomó de ambos lados del rostro y le dejó un beso corto en la comisura de los labios, fue sólo una caricia pero ambos vibraron gracias a la magnitud de intimidad obtenida, su más grande anhelo desde que se enamoró de la estrella se había hecho real. Besó la otra comisura sacándole un amago de sonrisa y un gesto avergonzado.

─ ¿Quieres una historia? ─Volvió a besarlo sonriendo al sentir la textura suave de esos hermosos labios, se movió sólo un poco y al separarse vio encantado a Taehyung con los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta. Dulce.

─No me dijiste si la amas ─puchereó el castañito en tono quejoso. La estrella era tan exigente aun sin ser totalmente consciente.

─No te pondría primero si tuviera algún sentimiento por ella. ─Le dejó un beso en la frente─. Mi pequeña luz, mi polluelo revoltoso y tan hermoso que opaca a todas las bellezas chinas.

─Jungkookie. ─Se sintió flotar otra vez, parecía estar soñando, sus belfos hormigueaban. La cercanía pareció borrar una sed de mucho tiempo. Se abrazó a él embriagándose del calor confortante de su cuerpo─. Me gustas, me gustas mucho.

─Prometo ponerte siempre primero ─respondió besando su frente─ ¿Tienes hambre, Tae?

─No, estoy cansado. ─Frotó su cara en el pecho ajeno tanto como quiso, como un gatito pidiendo atención─. Lloré mucho y ahora tengo sueño.

─No comiste nada, eso no es bueno.

─Tú tampoco comiste nada desde el helado.

─Ay, TaeTae. Puedo pasar sin comer bastante tiempo.

─ ¿Puedes quedarte hasta que me duerma?

─Está bien.

El silencio reinó entre ellos, escucharon a Seol subiendo hacia su alcoba mientras hablaba por celular y a Kyungsoo entrando a la casa mucho después. Zheng Guo pensó que estaba dormido cuando Taehyung alzó su rostro.

─ ¿Irás a tu casa a resolver lo del dios de la montaña? ─interrogó bajito.

─Sí ─afirmó decidido a no mentirle─. Debo atender ese asunto en persona y también dejé cosas pendientes como la cancelación de mi compromiso.

─ ¿Puedo ir? ─sus ojitos brillaron de alegría.

─Por supuesto, te lo dije cuando comíamos helado.

─Quiero volver a comer helado contigo ─bostezó cerrando los ojos.

Tal vez no eran algo con la definición moderna a la que el mundo humano estaba acostumbrado ahora, tal vez no sabía el color favorito de Jungkookie o su pasatiempo favorito y tal vez no sabía el verdadero peso de romper un compromiso. Pero ¡le había dado un beso! ¿eso no era suficiente para derretirlo? Al menos, su corazón parecía haberse calmado de una forma misteriosa, después de todo, ellos tenían una historia pendiente llena de anhelo y aunque no lo recordara, cada caricia valía más que otros mil años sin poder tocarse o verse a los ojos.

























-electrahearth-

2/2

Tae es un dulce, ¿a quién no enamora?, ¿quién se atrevería a romperle el corazón?

Jin es todo un transgresor, es obvio por qué Nam lo adora.

Yo misma lloré brillos por la alta confesión de Kook.

Pronto volveremos con las aventuras de TaeTae en KunLun.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now