九十一

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El Segundo Príncipe sonrió acariciando uno de los pendientes, su luminosa mirada se encontró con los ojitos de flor de melocotón que parpadearon antes de desviarse, tímidos, con el momento íntimo atado a las tupidas pestañas.

─ ¿Te sientes avergonzado por algo? ─preguntó acariciando su lunar en la mejilla.

─ ¿Tú no te sientes un poco extraño, Jungkookie?

─No, ¿sabes por qué?

─ ¿Por qué? ─La curiosidad brilló en su rostro sin poder ocultarla ni un poco.

─Porque eres tú, porque es a ti a quien tengo entre mis brazos.

─K-Kookie. ─Se alzó para dejarle un pequeño besito.

Después de la breve muestra de afecto, el Segundo Príncipe lo alzó y se dirigieron al Reino de la Dicha Pura, los qilin en su forma humanoide los vieron y se unieron al cortejo que los seguía hasta las puertas del Palacio de Jade donde los otros invitados se sorprendieron al notar su identidad. Muchos siguieron comentándolo por el largo pasillo hasta el complejo abierto frente a la Torre del Dragón que estaba iluminado por hermosas linternas vidriadas. Zheng Guo y la estrella fueron guiados hacia una mesa delicadamente tallada cercana a la de la Pareja Real con un par de jarras de vino y varios platos de ricos bocadillos. Los músicos situados a un costado del escenario central afinaron sus instrumentos mientras el resto de asistentes arribaban. Una vez que todos estuvieron presentes, sonó el pesado gong acompañando la caída del crepúsculo.

─Su Majestad, El Gran Emperador Augusto de Jade y Su Alteza Imperial, el Consorte Real del Reino de la Dicha Pura y de las Majestuosas Luces y Ornamentos Celestiales ─anunció el general Guan solemne.

Un gran cortejo apareció, algunos llevaron incensarios y otros tiraron pétalos de flores precediendo a Nan Jun y a Xi Zhen, sus hanfu a juego estaban bordados exquisitamente en hilos de oro, las detalladas túnicas exteriores se arrastraron dos chi mostrando hermosos patrones, las joyas brillaron por algunos destellos de luz sobre todo cuando reflejaron las cuentas y piedras preciosas en las bellas coronas.

─ ¡Mil años a Su Majestad, el Gran Emperador Augusto de Jade! ¡Mil años a Su Alteza Imperial, el Consorte Real! ─saludaron los presentes inclinándose con reverencia.

─Pueden sentarse ─dijo Nan Jun ocupando su lugar.

Taehyung vio al Consorte Real con mucha curiosidad, todavía le parecía increíble que un hombre pudiera embarazarse, el fénix al notar la dirección a la que se dirigía su mirada, apretó su mejilla con dulzura recibiendo un puchero como respuesta.

─No hagas rabietas, TaeTae.

─No estoy haciendo nada, Su Alteza Real.

─ ¿Por qué me llamas así? ─preguntó cruzando miradas con el polluelo.

─Por la misma razón por la que no puedo hacer berrinches ─contraatacó con astucia, orgulloso de sí mismo.

La música empezó entre flautas de bambú, erhu* y guzheng* conversando sobre paisajes de montaña y vientos místicos cuando el Emperador dio por iniciado el banquete. Los dioses presentes no pasaron por alto la presencia de Taehyung, su puesto al lado del Segundo Príncipe envió un claro mensaje junto al código de vestimenta compartido con la familia real cuyas prendas se basaban en los trajes oscuros con brocados en hilos de plata y oro según su título. Muchos suspiraron tomando un sorbo de vino, las y los jóvenes que enviarían no podrían competir con la belleza de una estrella ni con su abrasador poder así que sólo era tiempo desperdiciado, sus corazones sólo se tranquilizaron al ver al Primer Príncipe mientras ofrecía un brindis en honor a sus padres, en el Territorio Oeste había todavía un puesto vacante así que los mejores presentes ahora serían conducidos hacia allá.

HILO DE SANGRE - KOOKTAETempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang