八十二

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El silencioso ambiente fue más pesado que una montaña, sólo los débiles sollozos del castañito quebraron la tensa calma. El Segundo Príncipe escondió aun más el cuerpo ajeno en sus brazos, en realidad no entendía la necesidad de la estrella de hacer todo eso, pero respetaba sus deseos.

Tal vez, todo radicaba en que un ser como Taehyung sólo conoció lo que era una familia al nacer como humano.

─Yo voy a ser tu familia, no estarás solo ─susurró besando sus cabellos, asegurándose de hacerle saber que a pesar de las pérdidas, él siempre estaría a su lado.

─K-Kookie ─llamó hipando, frotó su rostro en el torso poderoso calmándose poco a poco. Miró por sobre el hombro a su familia humana y al hacer contacto visual con el estado estupefacto en el que se encontraban, volvió a enterrarse en el calor confortante del Rey de las Aves.

Despertar y crecer dolía, a veces dolía mucho más de lo imaginado. ¿Cómo fue que el papá de Jungkookie pudo hacerlo? Sentía que se asfixiaba.

─ ¿D-Desde cuándo...? ─farfulló el señor Kim con los ojos abiertos como platos.

─No creo que sea la primera pregunta que deberías hacerle, hyung ─aconsejó Kyungsoo.

─No intervengas ─regañó. Nunca se le cruzó la idea que a su hijo le gustaran los hombres, no sabía si estaba triste, decepcionado o enojado; quizás sentía una mezcla de todo eso. Todavía podía divisar al castañito de pequeño jugando y haciendo sus deberes como todos los demás niños.

─No necesitas jugarnos esta clase de bromas ─habló su mamá tomando un vaso de agua, en el camino hacia sus labios se pudo notar el temblor en sus manos.

Aunque el mundo cambió mucho los últimos años, habían muchas cosas que todavía estaban mal vistas.

─No bromeo, sé que están decepcionados de mí pero esto es parte de lo que soy y quería que conocieran a la persona que me acompañará el resto de la vida.

─ ¿El resto de tu vida? Ni siquiera eres mayor de edad, no sabes lo que dices. Levántate, nos iremos a casa ─gritó su papá poniéndose de pie, toda la familia obedeció menos el niño, por ello quiso acercarse para obligarlo a seguirlos.

─Cálmate, papá. No necesitas hacer eso ─Seolhyun lo tomó del brazo.

─Suéltame, Seol.

─Seol tiene razón, siendo irracional como un niño no es la forma de resolverlo ─intervino la abuela, aunque también estaba conmocionada, sabía que las cosas sólo se resolverían charlando en casa─. Ve a lavarte la cara primero, te esperaremos aquí.

El señor Kim sólo bajó la cabeza, caminó algunos pasos hacia la puerta mas, regresó señalando al fénix.

─N-No creas que puedes pervertir a mi hijo sólo porque es ingenuo, maldito pervertido ─escupió buscando su billetera, sacó todos el dinero que pudo sin siquiera contar y lo puso en la mesa─. Te devolveré los cuatro meses que pagaste y anularemos el contrato.

─Pagó cinco meses ─corrigió Kyungsoo con la voz baja como la de un mosquito para no avergonzar a su hermano, igualmente fue escuchado por todos los presentes.

─ ¡Lo que sea, te pagaré diez rentas y desapareces de nuestras vidas! ─exclamó queriendo retirarse al baño.

─Taehyung, vamos a esperar a tu padre en la recepción ─dijo la señora Kim.

─Adiós, gracias por todo lo que hicieron por mí, nunca olvidaré su amabilidad ─se inclinó respetuosamente.

─Gracias por cuidar de Taehyung todos estos años, prometo que lo atesoraré y no permitiré que sufra ningún agravio. ─Lo secundó el Segundo Príncipe con aura solemne.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now