八十一

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El ambiente mórbido y el aroma a sangre todavía perduraban en KunLun, el Emperador de Jade había dispuesto que en el centro de la Ciudad Capital se alzara una plataforma donde el cadáver de la Vieja Dama del Oeste yacería en una poderosa formación, el agua hecha carámbanos mortales la fijaron, el fuego ardió haciendo cenizas sus órganos, la roca reemplazó sus vasos sanguíneos y terribles rayos hicieron trizas su piel; la cabeza se colgó en un pilar frente al gran Palacio de Jade mostrando el terrible final de todo aquel que se atreviera a amenazar el equilibrio de los mundos. La corte dejó de reunirse por algunos días en señal de duelo y se eliminaron todos los escombros, las hadas, los dioses y todas las criaturas que ayudan a generar vida recorrieron los cinco puntos cardinales mientras que las edificaciones se reconstruían.

En la Primera Mansión del Palacio de Jade, el médico imperial fue convocado por el Dragón Azur, los sirvientes principales le abrieron la puerta hacia la alcoba del dragón e hizo una reverencia a la Pareja Real.

─Levántese ─ordenó Nan Jun sentado junto a la gran cama donde su esposo reposaba siendo refrescado por dos sirvientas principales que controlaban las corrientes de aire─. Quiero que vea la condición del Consorte Imperial y del futuro miembro real.

─Como desee.

─Estoy bien, Nan Jun ─dijo el embarazado por quinta vez, las heridas ya fueron tratadas y sólo quedaban algunas cicatrices que desaparecerían antes que el verano llegue a su fin.

El médico revisó su pulso, alzó la mirada notando que la Dama Peng poco a poco volvía a materializarse.

─ ¿Ya convocó a sus sirvientes de niebla, Su Alteza Imperial?

─Sí, me sentí con la fuerza suficiente para hacerlo esta mañana, no me indicó que fuera malo hacerlo.

─Te dije que no era necesario, mis sirvientes pueden hacerse cargo de todo por ahora, mi amado consorte ─regañó el Emperador de Jade acariciando los largos cabellos de su esposo que caían como una bella cascada sobre su límpido hanfu.

─Estoy bien, ¿verdad, doctor?

─La condición del Consorte Real y del futuro miembro real parece ser buena, sólo deben descansar... sobre las náuseas por el aroma en el aire, mis aprendices traerán más tarde unas bolsitas aromáticas que puede mandar a poner en los espacios donde se encuentre para calmarse.

─Entiendo.

─ ¿Tiene algún otro síntoma?

─T-Tengo un poco de incomodidad en el pecho ─susurró mirando de reojo al Emperador de Jade─, también letargo y calambres.

─ ¿Cambios de humor?

─Los tiene.

─No los tengo.

La Pareja Real respondió al unísono, se miraron, uno con culpa y el otro con gesto amenazante.

─Este sirviente viene de la Cocina Imperial trayendo la nieve teñida en jugo de grosella roja para el Consorte Imperial ─anunció alguien, al darle el permiso, el sirviente pasó llevando una bandeja de oro donde el tazón de porcelana mostraba el dulce de color atractivo.

─Dámelo ─alzó las manos Xi Zhen con los ojos fijos en la bandeja.

El Emperador de Jade caminó hacia el balcón con el médico siguiéndolo aprovechando que su esposo no les prestaba atención.

─En el primer embarazo de mi amado Consorte Imperial, recuerdo que comía el fruto de los perales de las arenas que crecen en el territorio oeste, con salsa de soja o marinando las carnes ─narró el Dragón Azur mirando el extenso Valle de Nubes a los lejos.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα