四十三

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Luego de saborear el postre, la familia decidió dar un paseo por el jardín, al llegar cerca al puente que pasaba por un estanque lleno de hermosos lotos blancos, el Emperador de Jade se detuvo al medio dejando que los demás siguieran. El dios del fuego también cesó su marcha.

─ ¿Qué ocurre, padre? ─preguntó directamente, su mirada paseó por los rayos de luna reflejándose en el agua. Una leve brisa movió las hojas de los árboles e hizo bailar las plantas acuáticas.

─Espero que estés presente en la sesión de mañana, tu hermano y tu padre también asistirán.

─ ¿Dictarás un nuevo decreto imperial?

─Decidí dejar la regencia al Consorte Real, en mi ausencia debes ser su apoyo incondicional, cuídalo mucho.

Zheng Guo pudo darse cuenta del cambio en el rostro del Dragón Azur al hablar de Xi Zhen. Recordó la charla con el Consorte Real hace muchos años, cuando desestimó el matrimonio por amor decidiendo casarse con cualquier doncella guiado por un impulso. Ahora que sus sentimientos despertaron, se arrepentía de la especie de desprecio que mostró a la unión de sus padres.

¿Acaso no era una ciega envidia al creer que nunca lograría tener algo así?

─Lo haré ─prometió de corazón.

─Tu hermano también se retirará lo que te deja a ti como único guardián, además tenemos un lugar vacío en la corte... tendrás que volver a manejar los asuntos del Palacio Sur porque tu tío estará ocupado.

─Gracias por su confianza en mí, prometo cuidar de mi padre, de mi tío y del Reino de la Dicha Pura. ─Juntó las manos frente a su rostro inclinándose solemnemente.

─No se descuiden. El Valle de Nubes y la barrera que cubre el Palacio de Jade no se desvanecerán, ambos se alimentan constantemente de mi poder espiritual por lo que el lugar más seguro seguirá siendo el Palacio Central. Tampoco corran riesgos innecesarios.

─ ¿Cómo se vigilará el Palacio Este, padre? No todos los enemigos apuntarán a destruirnos directamente, muchos otros intentarán llegar a ti, debes mantenerte a salvo.

─Se establecerá una barrera y el general Guan Yu mandará algunos de sus mejores soldados a vigilar ambos Palacios.

─Entiendo.

Nan Jun dejó algunas instrucciones más, dentro de tres días se prepararía para ingresar al ciclo de meditación en una parte secreta del Palacio Este y no saldría en varios años, todo el que codiciaba el trono de oro del dragón no dudaría en aprovechar la oportunidad.

Un dragón espiritual voló a las manos del Emperador de Jade, dio algunas vueltas dejando que Nan Jun se enterara de lo sucedido en la Ciudad Capital antes de desaparecer en su palma.

─ ¿Diste algún mandato a las aves, Zheng Guo? ─interrogó con las manos en su espalda, avanzó al ver que los demás estaban a más de cinco chi de ellos.

─No, un grupo de ellas se acercaron a Tae dándole frutas y luego se retiraron. ¿Pasó algo con las aves? ─pensó que había algo extraño.

─Dong Bin y su hija salieron de la Ciudad Capital, cuando se cruzaron con algunas aves en el camino, ellas empezaron a picotear a XiùQiú Huā ni bien se asomó por la ventana de su carruaje.

─No ordené nada. Nos cruzamos con ella en una calle comercial, intentó herir a Tae y terminó con los pies quemados por una barrera de chispas ardientes.

─ ¿De dónde salió la barrera? El dragón espiritual dijo que los rumores te señalan como el que la conjuró.

─Tae la hizo aparecer para protegerse.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now