-Emilia, basta. Irás a la cama sin postre- Lu se puso de pie y comenzó a retirar los platos-
-Lucianna- David llamó preocupado-
-Mami- Emi se entristeció- pero yo quería postre- miró a David como pidiendo ayuda, él solo se encogió de hombros, después de todo, no era quién para meterse entre ellas-
- Emilia, termina de comer y a la cama- Luce habló con tranquilidad, pero por dentro estaba nerviosa y triste. Si tan solo Emilia pudiera entender…-
-ufaaa. Tío David, ayúdame. Dile a mi mami que me deje comer postre. Yo me porto bien- Emi tomo la mano de David y lo miró con tanta ternura que David se conmovió-
- Lucianna… - David hizo una mueca, pero por la mirada de Lu, ella no daría su brazo a torcer. Sabía que Emilia llegaría a insistir en el tema de los “papás”, acorralando a David, y eso no estaría bien. Para ninguno de los tres.
- Lo siento Emilia, pero ya he dicho. Soy tu mamá y debes hacerme caso- los ojos de Emi se llenaron de lágrimas y luego frunció su ceño tal cuál Jared hacía cuando estaba a punto de explotar, incluso esa pequeña venita cerca de su ojo estaba comenzando a notarse. Dios, ¡es que no podían ser más parecidos!
- ¡¡Si mi papi estuviera aquí él me dejaría comer postre!! ¡¡Jared y David pueden ser mis papis y tú no los dejas!!- Emilia gritó con tanto enojo que Luce y David quedaron anonadados. Lucianna jamás había visto a su pequeña tan enojada y herida. La niña se bajó a duras penas de la alta silla y corrió a la habitación que compartía con su mamá y cerró la puerta con fuerzas.
David no sabía qué decir, veía que Lucianna estaba más que dolida por las palabras de la niña y nada de lo que él pudiera decir la consolaría. Lu seguía mirando a la silla que su hija acababa de dejar y no daba crédito a lo que había pasado. Cuando reaccionó y recordó que David estaba ahí con ella quiso que la tierra la tragara.
- Yo… lo lamento. De verdad, lo siento- Dijo levantándose y tomando su cabeza en sus manos-
-No tienes que disculparte…- David se acercó e instintivamente abrazo a Lu. Ella se puso tensa al contacto con David. Era la primera vez que estaban así de cerca y no le gustó la forma en que su cuerpo reaccionó. Desde Jared, no había sentido algo así. ¿Por qué le molestaba entonces? No quiso darle más vueltas y se dejó reconfortar.
- No puedo creer lo que dijo…- susurró aún sin entender en qué momento todo se había vuelto un completo desastre-
- Es una niña pequeña Lu, aun no cumple cinco años. Solo se enojó, ella de verdad quería su postre- intentó bromear logrando sacar una pequeña sonrisa a Lu-
- De todos modos, nunca la había visto así… Ay…- Lu se separó de David- Arruiné la cena, y lo bien que lo estábamos pasando- río apenada.
- Todo lo contrario, ¿qué es una cena sin un buen drama? Y mucho mejor cuando es causado por una pequeñita enfadada- Luce asintió algo más aliviada, aunque aún herida por lo sucedido.
- Mmm, iré a hablar con ella. ¿Me esperas? – David asintió-
- Tómate tu tiempo-
Luce abrió la puerta de la habitación. Emi estaba peleando con su pijama, y es que a veces era muy difícil ponerlo.
- ¿Te ayudo?- Luce preguntó y Emi asintió apenada. Ayudó a su pequeña y la acomodó en la cama. Peinó el cabello de la niña mientras esta hacia pucheros intentando no llorar.
- Mami, ¿estás enojada conmigo? ¿Fui una niña mala?- Emi miró a los ojos de mamá. Sus ojitos brillantes a causa de las lágrimas. El corazón de Lucianna se apretó-
- Emi, la verdad es que no te portaste muy bien. Uno no puede hacer tantas preguntas… eh, personales. David es grande, y no puedes actuar así cuando recién lo estás conociendo- Lu intentaba encontrar palabras para explicarle a Emi, pero era muy difícil.- Pero, no esta tan mal, estas aprendiendo. Lo que no me gustó para nada fue que me gritaras…
- Perdóname mami, no lo volveré a hacer, lo ‘pometo’- Emi se abrazó a Lucianna y le dio un besito. Se sintió bien no estar enojada con mamá.
- Bueno, pequeña, a dormir. Mañana podrás comer postre. ¿si?-
- Sí mami.- Emi se cubrió con las sabanas y bostezó, era sin duda hora de dormir.
- ¿Se le pasó el enfado?- David preguntó cuando vio a Luce acercarse-
- Sí, sabes, no es difícil lidiar con ella…- se sentó junto a David.
- Ya veo… es una niña tan… ¿grande? Su personalidad es envolvente- rió-
- Dímelo a mí. Desde que comenzó a hablar s mostró más agrandada que nunca-
- Lucianna… no quiero ser imprudente pero… ¿qué pasó con el papá de Emilia?- Lu se tensó nuevamente. Incómoda respondió, sintiendo que podía confiar en David.
- Es algo complicado, una historia larga. Quizás algún día te explique todo… lo que importa es que…- Luce se removió en el sofá- Emilia y su papá se conocen, pero no saben de la relación que hay entre ellos…
- ¿Cómo es eso?- David miró confundido.
- El papá de Emilia no sabe que ella es su hija, y viceversa… el porqué, es difícil de explicar.
-Está bien, Luce. Solo quería saber un poco. No necesito mas detalles- David sonrió y abrazó a Lucianna.
- Gracias… -
- Hay algo más que quiero saber…-
- Dime….-
- Tú, ¿estás saliendo con alguien?- Luce se sonrojó, sus manos temblaron-
- No…-
- Genial – David sonrió y acarició con delicadeza el rostro de Lucianna- es que pensé… por lo que Emi dijo…-
- ¿Ah? No entiendo…-
- ¿Jared, ese era el nombre que mencionó?-
-¡NO!- Lu aclaró su garganta, el era un amigo y…- los nervios de Luce la delataban- Emi y el se conocieron y se llevaron muy bien… -Lucianna tosió-
- Y es el padre de Emi… ¿verdad?- Luce palideció.
- ¿Tan evidente fui? – David asintió y la reconfortó.
- No es difícil sumar dos y dos… además, supe de un pequeño altercado que tuviste con él en la oficina. No diré que fue Stefanno quien lo mencionó- David guiñó divertido y Luce, extrañamente, no se sintió mal.
- Como te decía, es complicado, como se dieron las cosas y… te pido discreción.
- No tienes que preocuparte…- hizo una pausa- ¿Jared y tú…? – Dejó la pregunta al aire, Luce nuevamente tosió-
- No, David, no pasa nada…- David asintió sintiéndose complacido. Estaba interesado en Lucianna y el que estuviera soltera era un gran punto a favor. Sin embargo se tomaría las cosas con calma. Paciencia sería la clave del éxito…-
Parte XXXVI
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