Capítulo 1

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Salir con Damon, su mejor amigo, era de lo más normal para Hope; no obstante, en esta ocasión algo no le permitía sentirse muy tranquila ya que nunca se alejaban tanto del vecindario donde vivían.

—¿A dónde vamos? —inquirió sonriente y respingó cuando Damon posó una mano sobre la suya.

—Hay alguien que quiere verte.

Arrugó el entrecejo.

—¿Quién?

Su círculo social se reducía a su amigo y a sus dos jefes, Edward y Grover.

—No sé ni por dónde empezar —confesó Damon y Hope se reclinó en el asiento del auto.

—¿Qué tal por la verdad? Me dijiste que iríamos a comer y mi restaurante favorito lo pasamos hace diez minutos.

Su amigo carcajeó roncamente.

—Te juro que te compraré algo de comida a nuestro regreso.

—Es una promesa —recalcó y suspiró larga y pesadamente.

—No temas, sabes que te cuidaré y no dejaré que nadie te haga daño.

El exterior la asustaba y llevaba siendo así diez años, era por eso que siempre salía con Damon o uno de sus jefes, caminar sola por la ciudad era algo imposible para ella.

—No tengo muchos amigos y las únicas personas que normalmente quieren verme son los clientes del club, ¿con quién me llevas?

—Iremos a ver a Guillermo Reagan.

Parpadeó varias veces, confundida. Ese nombre no le sonaba.

—Es el abogado de Eugene Collins, Hope.

La sola mención de Eugene hizo que la sangre se le congelara y el color abandonara su hermoso semblante. Damon se percató de su reacción y buscó un lugar donde estacionar, habían muchas cosas que no le dijo en los últimos días y no se sentía del todo bien escondiéndole tantos secretos a su mejor amiga.

—Yo... él dijo que no me acercara a su gente.

El acuerdo que hizo con el padre de Cedric fue bastante claro: él evitaría que su madre la encontrara y metiera a un centro de por vida siempre y cuando ella se escondiera y mantuviera en pie la teoría de su trágica muerte después del accidente de tránsito que ocurrió diez años atrás.

—No quiero que me encierren en un centro, durante diez años te he demostrado que puedo vivir bien a pesar de mi ceguera. —Los ojos se le llenaron de lágrimas y empezó a respirar con dificultad cuando su amigo la abrazó con fuerza.

—Nadie va a encerrarte en ningún lugar, te di mi promesa de que te cuidaría y esta no va a cambiar nunca.

—¿Entonces por qué me llevas con ese hombre?

—Eugene murió hace una semana, Hope. —La noticia le generó un gran impacto—. Tuvo un accidente de tránsito junto a tu madre, quien está en coma, y al parecer le informó a su abogado de nosotros porque Reagan me llamó y me pidió que fuéramos a verlo.

Negó con la cabeza, ella no quería saber nada ni de los Collins ni de su madre.

Ya se había acostumbrado a su soledad, a la oscuridad que la rodeaba y no quería que su hermana la viera en un estado tan deprimente.

Joy...

—Mi hermana es menor de edad —recordó repentinamente y Damon suspiró.

—Justamente por eso accedí a reunirme con él, sé lo mucho que la amas y creo que ella te necesita más que a nadie ahora que está sola en la casa de los Collins.

Déjame quererte *Almas perdidas* (EDITADA)Where stories live. Discover now