Capítulo 52

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Hope había pasado la peor noche de su vida, sentía que los ojos se le habían secado de tanto llorar.

¿Cómo pudo estar tan equivocada durante todo este tiempo?

Su madre jamás fue la mala de la historia, sino todo lo contrario: ella fue una víctima más de la obsesión que la madre de Cedric tenía hacia Eugene.

—Trata de tranquilizarte un poco —pidió Damon y Hope negó con la cabeza—. Debes tranquilizarte, tú eres quien tiene la última decisión, tu madre ya hizo lo que podía al decirte la verdad.

¿Y qué se suponía que debía hacer?, ¿regresar con Cedric y fingir que todo estaba bien?

—Me engañó, Damon, y lo peor de todo es que nunca tuvo la intención de decirme la verdad. —La impotencia la golpeó con fuerza, él quería hacerle vivir una mentira—. Me mintió, se burló de mí y todo este tiempo manipuló las cosas para que fuera yo quien se sintiera en deuda con él.

Su amigo acunó sus manos.

—¿Qué harás?

Ella... tenía que encararlo.

El celular de Damon empezó a sonar y con el corazón en la boca esperó recibir buenas noticias.

—De acuerdo, llévenla a la casa de Gena.

Damon cortó la llamada y observó a su amiga con preocupación, en el fondo sabía que estaban haciendo lo correcto, pero él quería que ella estuviera de acuerdo y no se sintiera forzada a dejar a Cedric.

—Ya tienen a tu hermana, por suerte Cedric la envió a la escuela con normalidad.

—Entremos —pidió con voz tenue y Damon se adentró a la casa de los Collins en su auto—. Espérame aquí, por favor.

—¿Qué? No, claro que no, tu madre ya nos dijo lo peligroso que puede llegar a ser...

—Por favor... quiero hablar con él a solas.

Quería comprender por qué la engañó hace diez años, ¿qué razón pudo llevarlo a hacerle algo tan retorcido cuando se suponía que ellos se querían?

Un secuestro, ¿qué lo hizo llegar tan lejos?

—Dame diez minutos, sólo eso te pido.

Comprendía que entrar sola a la casa de los Collins era algo insensato ahora que conocían la verdadera cara de Cedric, pero su amigo debía entender que ella necesitaba aclarar todas las dudas y preocupaciones que la carcomían por dentro.

—Diez minutos.

Conociendo el camino, Hope subió los escalones y abrió la puerta principal con cuidado, oyendo los gritos de fondo.

Cedric y William estaban discutiendo.

—¡Ese hombre se la llevó! ¿Cómo pretendes que me tranquilice?

Quería creer que su preocupación era cierta, pero ahora entendía que junto a Cedric corría un gran peligro. Cuando él descubriera la verdad buscaría quitarla de su camino, el dinero era muy importante para los hermanos Collins.

—Son amigos, no le harán nada, te aseguro que Damon te llamará en cualquier momento.

Cerró la puerta tras de ella.

—¡Mi amor! —No se movió cuando Cedric corrió hacia ella para abrazarla—. ¿Cómo estás?, ¿qué sucedió? —La guio hacia el centro del recibidor, inspeccionándola—. ¿Te sientes bien?, ¿ese imbécil te hizo algo?

Déjame quererte *Almas perdidas* (EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora