Capítulo 17

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Lo último que Hope quería hacer era romper el abrazo que estaba compartiendo con Damon. Y no precisamente porque quisiera que la sacara de esa casa o la alejara de esa familia —como posiblemente Cedric estaría pensando—, sino porque realmente lo había extrañado.

Sería muy difícil no compartir con él todos los días como era su costumbre.

—¿Segura que estás bien? —susurró en su oído y ella asintió—. Si quieres irte sólo debes decírmelo.

Por muy extraño que pareciera, no deseaba dejar a Cedric.

No por ahora, ella... necesitaba estar con él, entenderlo un poco más y liberarlo de esos traumas que lo estaban atormentando.

—Por mucho que murmures, te sigo escuchando, Archibald —farfulló su esposo, irritado—. Y ya puedes soltarla. —Abrió los ojos con sorpresa cuando tiró de ella hacia atrás—. ¿Qué abrazo dura diez minutos? Hazme el favor —bufó y no supo cómo interpretar su arranque de celos.

Quizás sólo era su orgullo masculino.

—Compórtate, Cedric —aseveró Reagan y sintió como el hombre sujetaba su mano—. Dime algo, Hope, puedes hablarme con la verdad. ¿Cedric te forzó a hacer algo que no quisieras?

—No.

En realidad, ella no puso mucha resistencia para impedir su boda.

—¿Tú quieres seguir con esto? Según el testamento de Eugene, la boda debía ser pública para que fuera válida para él, aún podemos lidiar con un divor...

—¡¿Qué diablos, Reagan?! —bramó Cedric, presionándola contra su cuerpo, y rápidamente lo sujetó del brazo—. Mi boda es válida y ni tú ni na...

—Tranquilo —pidió con suavidad y esa simple palabra bastó para callarlo—. Quiero seguir con esto, Reagan, Cedric y yo llegamos a un acuerdo.

—De acuerdo. —No se oía muy seguro—. Si es así, debemos celebrar la boda con una fiesta. Pueden ser pocos invitados, no es necesario exagerar.

—Contrataré una wedding planner, quiero que la fiesta se lleve a cabo en el hotel Rivers.

Frunció el ceño, ellos ya estaban casados.

—Ya se casaron, sólo necesitas una recepción. —William se unió a la reunión en el recibidor y dedujo que Felicity estaba con él, pues podía oír otros pasos.

—Nos casaremos por la iglesia.

¡¿Qué?! Eso era una locura.

—Pero creí que el civil era más que suficiente. —La voz le tembló.

—Nuestra boda será en un mes, ya he tomado la decisión y es lo mejor para todos.

—¿Quiénes son todos? —preguntó Felicity, ofuscada.

—Hope, yo, el hijo que tendremos y por supuesto ustedes.

El pulso se le disparó, ¿no que después de que diera a luz él buscaría deshacerse de ella?

—¿Qué?, ¿qué tanto te importa ella que nos pones en último lugar? —Bajó el rostro, apenada.

Si bien Felicity Collins no era de su agrado, no le gustaba oír el llanto en su voz. Era una adolescente y seguramente tendría los mismos traumas que sus hermanos en cuanto a todas las Smith.

—No exageres, Felicity, sabes que el orden no impo...

—Lo sabía, eres igual que nuestro padre. —Un tenso silencio se formó en el ambiente—. ¡Caíste por una mujer que es el vivo retrato de la mujer que arruinó el matrimonio de nuestros padres y la vida de nuestra madre! ¡Por su culpa está muerta!

Déjame quererte *Almas perdidas* (EDITADA)Where stories live. Discover now