Capítulo 12

5.4K 1K 343
                                    

Decir que sentía miedo era poco, estaba aterrorizada.

¿Por qué Cedric sufrió ese cambio tan repentino?

El aura que desprendía no era el mismo de hace unos minutos, por lo que en esta ocasión se quitó el pantalón con manos temblorosas, agradeciendo que la bata le cubriera incluso después de quitarse la braga.

—Ambos sabemos que entre nosotros no existen sentimientos de por medio, ¿verdad? —Asintió muy al pendiente de cómo sus prendas caían al piso—. Para tener un hijo debemos intimar, no existe otro camino... —No entendía a dónde quería llegar—, pero mi intención no es emplear el romanticismo, Hope. Sugiero que simplemente lo hagamos, sin besos ni caricias de por medio.

Abrió los ojos con sorpresa, ¿cómo se sentiría lo suficientemente segura si él no le daba tiempo para prepararse?

—Eso nos ayudará a mantener una clara línea de distanciamiento entre nosotros.

Bajó el rostro, pensativa.

Quizás tenía razón, besarse no era algo beneficioso para una persona tan enamorada como ella.

—¿Cómo lo prefieres? —Su pregunta la tomó por sorpresa—. ¿En la cama, de pie o tienes alguna posición favorita?

Se rascó la nuca con nerviosismo. No tenía la menor idea de cómo decirle que era virgen ni tampoco contaba con el valor para hacerlo, por lo que tanteando la cama se recostó boca arriba y aguardó porque él hiciera lo demás. Contuvo el aliento cuando Cedric se subió a la cama y le separó las piernas para posicionarse entre ellas.

Alarmada sujetó sus manos cuando intentó desanudar la bata.

—Necesito verte —soltó con voz ronca, tensándola—. Debo estimularme un poco, Hope.

—Claro. —La voz le tembló y apartó las manos, cerrando los ojos con fuerza al sentir como la exponía.

No podía verlo, pero incluso así apartó el rostro, avergonzada.

Tuvo la sensación de sentir una caricia sobre su seno, pero finalmente nunca pudo confirmarlo porque no llegó a sentir un contacto directo.

—Será rápido.

Asintió y lentamente separó los párpados, escuchando sus gruñidos ahogados mientras se tocaba.

—Puedes tocarte si quieres —soltó con esfuerzo. Quiso sugerirle que él lo hiciera, puesto que ella no tenía la menor idea de cómo hacerlo, pero como si le hubiera leído la mente espetó—: Yo no lo haré.

—Así estoy bien —mintió con voz temblorosa.

—Es decisión tuya —gruñó y Hope respingó cuando jadeó con ansiedad y rodeó su cadera con firmeza, enterrando sus rodillas bajo sus glúteos, elevándola de una manera bastante vergonzosa—. Un poco más. —Empuñó las manos y después de unos segundos, se tensó al sentir el prepucio en su intimidad.

Cedric restregó su miembro contra sus labios, extendiendo su humedad. No tenía la menor idea de cómo se estaba controlando para no besarla, tocarla y probarla, pero era lo mejor para todos. Él no caería rendido en sus encantos, él no sería una víctima de sus placeres; al menos por su madre, se encargaría de mantener sus sentimientos al margen.

No estaba seguro si masturbarse con ella a su merced fue una buena idea, sentía que en cualquier momento explotaría, pero en el fondo, mientras menos tiempo estuviera conectado a ella, mejor.

Evitó mirarla a la cara y sin pensarlo más, empujó firmemente sus caderas, encontrándose con una barrera que lo estremeció mientras se habría paso de una manera bastante violenta para su propia paz mental.

Déjame quererte *Almas perdidas* (EDITADA)Where stories live. Discover now