Capítulo 38

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Cedric no fue capaz de decir absolutamente nada, se quedó en un silencio sepulcral que hizo que se sintiera asfixiada, de no haber sido porque un doctor llamó a los familiares de Joy, ella habría perdido la calma nuevamente.

—Yo soy su hermana. —Se volvió hacia el hombre—. ¿Puedo reunirme con ella?

—El estado de su hermana es estable, no debe alarmarse, la herida no fue grande ni profunda y sólo llegaron a ser siete puntos. —Juntó los ojos con fuerza, si bien no fue una herida que le generó grandes daños, aborrecía comprender que fue Felicity quien la lastimó— La enfermera la guiará hacia su hermana, ella deberá quedar internada durante cinco días para pasar por distintas evaluaciones, un golpe en la cabeza es algo que no se puede tomar a la ligera.

Dejó a los Collins atrás para reunirse con su hermana y sintió un gran alivio al oír su voz, aún estaba algo mareada, pero el poder abrazarla hizo que el aire volviera a sus pulmones.

—¿Cómo pudo pasar algo así?, cuéntame qué sucedió.

Joy tiritó.

—Estaba junto a la piscina con Ginger y todo sucedió de manera muy repentina —comenzó a narrar—. Felicity estaba furiosa y me culpaba de que Izan la hubiera cambiado por otra. —Por un chico... ¡¿todo esto por un chico?!—. Empezamos a forcejear cuando quiso empujarme y entonces me resbalé y todo sucedió muy rápido, nadie pudo socorrernos y después ya no recuerdo nada. Creo que me desmayé.

—Lo siento, no debí confiarme —admitió entre llanto, tocando el parche que tenía encima de la ceja derecha—. Joy, tu herida...

—No es nada, con el tiempo y un par de cremas desaparecerá —le restó importancia y Hope rezó para que así fuera, no deseaba imaginar su lindo rostro con una cicatriz—. Lo importante es que estoy bien. —Amaba a Cedric, pero vivir con Felicity no era seguro—. ¿Cómo está ella? Se veía muy afectada y de cierta manera comprendo su reacción; aunque la verdad su novio y yo apenas e intercambiamos palabras, no sé cómo llegó a culparme de su ruptura, pero Izan es la única persona que solía tolerarla, Hope, Felicity ni siquiera tiene amigas.

—¿Te preocupas por Felicity? Por su culpa estás aquí.

Si había algo que Hope odiaba, era que la gente abusara de su poder para lastimar a los inocentes. Los abusos, las mentiras y las traiciones eran cosas que ella simplemente no podía tolerar.

—Fue un accidente y ella también se cayó.

—Pero nada hubiera sucedido si hubiera sido sensata y menos violenta.

—¿Dónde está?

—Se fracturó la muñeca y fue expulsada de la escuela.

—¿Qué? —Abrió los ojos con sorpresa y se quejó, adolorida—. No siento que sea para tanto, ella...

—Ella debe entender que su actitud es peligrosa, Joy —aseveró, cortando lo que sea que fuera a decir—. Pudiste haber recibido daños más graves, debes quedarte internada cinco días para que los médicos garanticen que el golpe no fue severo. Felicity debe ser racional, no puede actuar de esa manera sólo porque su novio la dejó.

—¿William lo sabe?

¡¿Qué carajos importaba si William estaba al tanto de todo?!

—No, pero Cedric sí y espero sepa cómo lidiar con su hermana porque si no tú y yo nos mudaremos cuanto antes.

La violencia e inmadurez de Felicity era peligrosa.

—Relájate, Hope —pidió con suavidad, presionando su mano—. No es la primera vez que me caigo o me hago daño.

Déjame quererte *Almas perdidas* (EDITADA)Where stories live. Discover now