🎄Draco Malfoy 2🎄

912 54 8
                                    

A su hora los Malfoy llegaron, tenía a Nicole encima cuando le vi entrar. No le había olvidado, y mi cuerpo se encargó de recordármelo al verlo entrar.

Ayudé a mi hermano a acostar a los niños para la siesta y nos sentamos a la mesa con los  demás. La vida, el destino, y seguramente mi madre, lo quiso y me tocó sentarme junto a él, Draco Malfoy.

T/N, hace meses que no te vemos ¿Qué has estado haciendo?— me preguntó la señora Malfoy mientras mi padre servía el primer plato.

— Bueno, me surgió una gran oferta de trabajo en New York y he estado viviendo allí— expliqué intentando no mirarle e ignorar el hecho de que mi corazón retumbaba dentro de mi pecho.

— A Draco le han ofrecido un puesto de gerente del principal hospital de magos en New York, quizá cuando esté allí le resulte confortante ver una cara amiga—respondió Narcissa sonriéndonos ampliamente.

Mierda. Le mandé una mirada de auxilio a mi hermano.

— Bueno, New York es muy grande, quizá estén a horas de distancia— dijo mi hermano salvándome de luego tener que poner excusas absurdas.

— Bueno, señores Malfoy me he enterado que han cambiado de casa. ¿Les gusta la nueva?—preguntó Harry cambiando de tema lo que yo agradecí con una ligera sonrisa. 

El señor Malfoy puso cara de mala gana, Harry era mestizo y él no se dignaba a contestarle nunca.

— Pues es algo más pequeña, lo que es mejor para nuestro elfo y además tenemos una inmensa chimenea en todas las habitaciones. Tenéis que venir un día—  nos invitó Narcissa sonriente. Les encantaba mostrar su casa y nombrar el precio de todos y cada uno de sus muebles, para mostrar lo ricos que eran.

— ¿Draco? ¿Te encuentras bien? ¿Te gusta la comida? Te veo raro— le preguntó mi padre a Draco.

— Yo...eh... no. estoy bien....— respondió rápido y algo nervioso.

— No, es que  su novia, la de este año, Astoria, se encontró un mejor esposo, Theodore Nott, porque decía que Draco no le hacía caso, y pues rompieron hace dos días está un poco triste desde entonces— explicó su madre.

—Mamáaaaaaa— dijo Draco sonrojado.

— No se lo cuentes a todo el mundo— se quejó el rubio intentando esconderse tras la servilleta.

— Draco, esa chica no era la adecuada, es inútil que sigas lamentándote por ella cuando podrías estar con una verdadera sangre pura, digna de ti como T/N— soltó de golpe el señor Malfoy haciendo que el vino que estaba bebiendo se me saliese por la naríz. Directo de nuevo a la copa.

Draco carraspeó un poco la garganta, mis padres y la madre de Draco no se asombraron demasiado ante tal afirmación, mientras que mi hermano y Harry me miraron completamente en shock.

T/N ¡Te manchaste! Ven conmigo, lavaremos eso— dijo mi madre indicándome que la siguiese a la cocina.

Mientras limpiaba la mancha de vino de mi vestido con algo de agua y jabón mi madre habló.

— Es cierto, deberíais estar juntos— dijo haciendo que casi me atragantase con mi propia saliva.

— ¿Yo? ¿Con Draco? ¿Por qué vosotros queréis? No gracias, ya no estamos en la Edad Media como para que me estés buscando marido mamá—respondí algo enfadada.

— Pero siempre habéis estado juntos, no sé porqué ahora sois tan distantes— dijo mi madre indignada de que no entendiese.

— Mamá no quiero estar con él y punto, ahora volvamos a la mesa— dije intentando salir de la cocina, pero ella me lo impidió agarrando mi mano.

— Antes de irnos, ¿él te gusta?— preguntó mi madre. Me sonrojé, ella ya tenía la respuesta y yo mucha vergüenza, por lo que me solté de su agarre y volví al comedor.

La cena acabó, por suerte. No podía aguantar ni un minuto más en esa casa.

— Me voy— sentencié levantándome y haciendo un hechizo para que mi maleta y mis cosas estuviesen listas en la entrada para cuando llegase allá.

— ¿Por qué tan pronto?— preguntó la señora Malfoy.

— He quedado con una amiga a la que hace tiempo que no veo, además tengo que buscar un hotel donde quedarme, gracias por la comida— respondí con una, muy falsa sonrisa en la cara antes de disponerme a salir de la casa.

— ¿Te veremos mañana no?— preguntó mi hermano a lo que yo respondí asintiendo con la cabeza

— ¿Por qué no te llevas a Draco? Le vendrá bien que le dé el aire— dijo el señor Malfoy mirándonos.

— Sí, os vendrá bien para cuando estéis en New York— dijo mi madre apoyándolo y guiñándome un ojo. 

Si ella hubiera sabido lo que pasó nunca me habría mandado con él.

— Si, me vendrá bien— dijo Draco haciendo que mi mandíbula casi rozase el suelo.

— ¿Adiós?— me despedí mirando a mi hermano y Harry, que se disculpaban con sus miradas por no poder hacer nada para evitarlo.

— No existe esa amiga tuya ¿verdad?— dijo Draco cuando ya nos encontrábamos solos en el salón.

— Me conoces demasiado...— respondí derrotada y con ganas  de volver a New York.

— ¿Por que no vamos a mi casa?— propuso Draco acercándose al recipiente de polvos flu que había sobre la chimenea.

— Y cuéntame ¿Qué narices hago yo en tu casa?— pregunté con muchísimo sarcasmo.

— Necesitamos hablar— dijo demasiado serio para mi gusto

— Ya tuvimos oportunidad de hablar hace un año y tú no quiste— respondí algo enfadada.

— Bueno, pues no hablamos, pero mi casa es mejor que la calle y es Navidad, todos los hoteles de la ciudad están llenos— dijo, por lo que yo cedí agarrando un puñado de polvos flu.

De un momento a otro ya no estaba en mi casa.

Era un salón pequeño, sin duda nada que ver con los Malfoy, parecía una cabaña de madera, la típica que es pequeña y está perdida en el claro de un bosque, todo lo contrario a lo que esperaba de Draco.

— ¿Esto es tu casa?— pregunté atónita mirando la habitación. La casa era muy pequeña y no parecía tener contratado ningún elfo doméstico, había nieve en la ventana, era hermoso.

— Si, esta es mi casa de Inglaterra, sé que es pequeña, pero es la primera casa que compré con mi propio dinero, además de que se encuentra en un pueblo únicamente de magos protegido de muggles con hechizos— explicó mientras lanzaba un hechizo de organización por si algo no se encontraba en su lugar.

— Es....... es genial, ojalá tuviese yo algo así— fantasee en voz alta, observando como podía ver la sala de estar del segundo piso desde el salón del primer piso, había una barandilla en vez de una pared.

— Te enseñaré tu habitación— dijo cogiendo mi maleta con un hechizo y comenzando a subir las escaleras.

🎄🎄🎄

Multifandom 🏳️🌈~ (en edición)Where stories live. Discover now