Estaba cogiendo todas las cosas para el bebé de mi hermana. Ella se había puesto de parto hacía apenas un par de horas y había comprado algunos regalos que quería llevarle al bebé.
Estaba a punto de salir por la puerta cuando alguien llamó.
—¿Ethan?— dije sorprendida al abrir la puerta descubrir quien era, de la sorpresa casi se me cayó la bolsa para el bebé.
Ethan se veía demacrado, con unas grandes ojeras, su barba era más larga de lo que había visto nunca y podría asegurar que llevaba la misma sudadera que hacía unas semanas, cuando fui a su casa
— yo........, no sé porque he venido........... yo, yo ya me voy......— dijo dándose la vuelta y volviendo hacia su coche.
— Espera— dije tan rápido que me sorprendí a mi misma cogiéndole de la mano para que no se fuese.
— ¿T/N?— preguntó él tan sorprendido por mi reacción como yo.
— Eh.....bueno, ya que has venido hasta aquí, ¿quieres pasar a tomar un café?— pregunté sonrojada mientras soltaba su mano y retrocedía ligeramente.
Necesitaba hablar con él, se nos había salido de las manos, llevábamos más de un mes sin hablar, y ninguno de los dos parecía estar pasándolo bien.
— Gr...gracias, pero parece que tenías planes, y yo no quisiera ser una molestia—respondió apartándose de la puerta.
—¡No!— dije más rápido y fuerte de lo que esperaba.
— Qui...quiero decir, no eres ninguna molestia, además esto es para un bebé de mi hermana, ni siquiera ha nacido todavía, creo que tengo tiempo para tomar un café contigo.... Bueno, solo si quieres— dije mientras dejaba la bolsa del bebé al lado de la puerta
— Va...vale, eso suena mejor que volver a casa solo y que Grayson me interrogue sobre donde he estado, muchas gracias— dijo mientras entrábamos dentro de mi casa.
— Ahora en serio ¿Qué haces aquí Ethan?— pregunté mientras le daba su café y me sentaba a su lado en el sofá, con el mío.
— Yo... lo he pasado muy mal, incluso soñé que venías a casa un día que estaba muy borracho T/N. Me he dado cuenta de que quiero vivir contigo, quiero casarme contigo, quiero tener bebés contigo y quiero envejecer contigo— dijo dejando nuestros cafés sobre la mesita, para poder tomarme de la mano y mirarme a los ojos.
— Yo quiero estar contigo Ethan, pero no quiero que hagas todas esas cosas si realmente no quieres. Podemos esperar, no te arrepientas...— dije devolviéndole la mirada.
— Si es contigo jamás podría arrepentirme—dijo sonriendo, mientras me tomaba del mentón, para acercarme a él y besarme.
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