—¿Diga?— pregunté cogiendo el teléfono, ni siquiera me levanté de la cama, eran las cuatro de la mañana.
Pero mi hermana había salido de cuentas en su embarazo y podía ser que se hubiese puesto de parto, y tenía el teléfono en la mesilla por sea caso.
— ¿T/N?..... te....hip.... quierooo....— preguntó la voz del otro lado de la línea, me levanté de golpe al escucharle.
— ¿Ethan?— pregunté sorprendida.
Hacía tres semanas desde que se había marchado de mi casa, y no habíamos vuelto a hablar desde ese momento, ni siquiera por mensaje.
— Ethan, ¡Suelta eso! ¡Vete a dormir!— oí gritar a Grayson antes de que se empezasen a escuchar unos golpes.
Estaba tan sorprendida que me quedé escuchando lo que pasaba.
—¿T/N?— preguntó Grayson al otro lado del teléfono.
— Si...— dije casi en susurro, no entendía porque seguía al teléfono, tendría que haber colgado al saber quien era.
— ¿Puedes venir? Es Ethan— se le escuchaba bastante desesperado
— ¿Está bien? Sonaba.... borracho— pregunté sin poder evitar preocuparme. En dos años de relación lo máximo de alcohol que le había visto beber fue una copa.
—Si, bueno ¿podrías ven.....— respondió, pero antes de terminar la frase la llamada se cortó.
Cogí mi chaqueta y las llaves de mi coche antes de salir camino a su casa. Estaba muy enfadada con Ethan, ni siquiera se molestó en hablar conmigo o intentar solucionar las cosas... Pero me había dado un vuelco el corazón al escucharle así.
Tardé un rato pero cuando por fin llegué a su apartamento, Grayson me abrió la puerta, se le veía más cansado de lo que le había visto nunca.
— ¿Estás bien?— pregunté preocupada mientras él me invitaba a entrar apartándose a un lado de la puerta.
—Si, es solo que....— comenzó a decir mirando al sofá, aunque desde donde estábamos no podía ver nada. Yo me acerqué y le abracé, no parecí estar siendo fácil para él.
— Me preocupa dejarle solo T/N, antes fui un momento a hacer la compra y cuando llegué estaba borracho y llamándote. Sé que son las 4 de la mañana, pero necesito tu ayuda, no ha parado de decir tu nombre desde hace una semana— dijo soltándome y llevándome hasta el salón, donde estaba Ethan tirado en el sofá.
Había un par de botellas de alcohol sobre la mesa, y al menos una parecía vacía.
Ethan se revolvió furioso en el sofá hasta levantarse, y luego se acercó a mi, hasta tocarme la cara y luego alejarse para mirar furioso a su hermano.
— ¿Por qué la has traído? Me ha hecho daño y no la quiero en mi casa, ¡vete!— gritó, aunque eso último lo dijo mirándome.
Había tanta ira en su cara que sentí que me iba a poner a llorar. Era una idiota.
Salí corriendo fuera de la casa, pero me dio tiempo a ver como Grayson se disculpaba con una mirada triste.
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