América. Es lo único a la que Maxon le prestaba atención, ella es la única que no vino aquí por el príncipe y aun así ella es su favorita.
No entiendo porque Maxon pretende hacernos creer que todas tenemos las mismas posibilidades de "ganar". Pretende hacernos creer que nos trata a todas por igual, pero yo le tengo calado, sé que su primer beso fue con América, aunque ella intentase ocultarlo, tampoco entiendo la necesidad de ella por ocultarlo. Entiendo que ella no buscase ser la preferida, pero ahora, aquí, nosotras somos su familia, y a la familia no se la miente.
La muerte de el padre de América en palacio se ha sentido como la del mismísimo monarca, desde la partida de América, al funeral, Maxon fingía dedicarnos algo de tiempo mientras le escribía cartas a ella.
No podemos negar que él está enamorado de ella, pero el hecho de seguir teniéndonos aquí cuando ya tiene una respuesta clara me parece una especie de tortura, un intento por mantener nuestra esperanza viva durante el máximo tiempo posible.
Estoy cansada de luchar, día tras día, por una corona que ni en mis mejores sueños podría alcanzar. Sé que no puedo abandonar, el dinero hace mucho bien a mi familia, así que no me queda otra opción que seguir aquí.
Mi comportamiento con el paso de los días paso a ser el mismo que el de los muebles, me dedicaba a estar, no prestaba atención a sus historias, a sus citas, a sus besos, a sus mentiras.... Eso parece haber hecho que la actitud del príncipe cambiase, bueno eso y que América sigue ausente.
Desde que Maxon dejó de ser mi prioridad me da la sensación de que me presta bastante más atención, intentaba mantener la calma, Maxon me presta más atención porque con la falta de América tiene que buscar amor en algún sitio.
Todas lo hemos notado, Maxon ha empezado a comportarse diferente con todas nosotras, la partida de América ha hecho que la Selección sea equitativa. Por primera vez desde que empezó, todas parecíamos tener oportunidades de ganar y después de las nulas oportunidades que habíamos tenido esto se siente como un alivio.
Todas temíamos el momento en el que América volviese, pues la nube que nos encontrábamos explotaría haciéndonos caer en un bosque de espino llamado realidad.
Un amargo desayuno nos fue servido una mañana, pues América se encontraba en la mesa charlando con toda la familia real. Lucían como una familia de verdad y eso me dolió mas de lo que estaré dispuesta a admitir nunca.
Maxon tomaba su mano, sin dejar de mirarla mientras ella reía junto con la reina, el rey por su parte solo observaba la escena. Estuve ahí por más de diez minutos antes de que el servicio reparase en mi presencia y me invitase a sentarme mientras me servían el desayuno.
Los días siguieron pasando y tal como había previsto volvimos a convertirnos en el segundo plato de Maxon, cada vez había menos chicas y Maxon cada vez estaba más enamorado de América, tanto que incluso llegó a llamar erroeamente a Celeste con su nombre durante uno de los programas en directo.
Maxon parecía haberse dado cuenta por fin de que todas habíamos perdido las esperanzas, e intentaba hablar algo más con nosotras, algo que hacía la situación todavía más patética. Él intentaba que volviésemos a tener esperanzas solo para poder destrozarlas de nuevo eligiendo a América como su reina.
Caminaba por los jardines del palacio, intentando quitarme la sensación de trapo usado que invadía mi cuerpo, pero era imposible, Maxon nos había usado y no era justo. Sin quererlo algunas lágrimas surcaron mi rostro, aunque las limpié apresuradamente, no merecía mis lágrimas, Maxon merece que América lo rechace, para poder sentir lo que él está haciéndonos sentir a todas nosotras.
— Creía que era el único despierto a estas horas— su voz se siente como una helada ola, que me cala hasta los huesos.
— ¿Maxon?— pregunto girando sobre mis talones y encontrándomelo ahí, parado como si no le hubiese partido el corazón a nadie, tan dulce y perfecto como siempre.
— Necesitaba un descanso— respondió.
¿Él? un descanso ¿de qué? ¿hacer daño a la gente?
— ¿Te sientas?— me invitó, entonces me di cuenta de que se había sentado y que había un precioso banco de piedra en el jardín. ¿Desde cuando hay un banco aquí?
Con la sonrisa mas falsa de el mundo me siento a su lado..... Silencio incomodo alert, él no habla, y yo comienzo a mover las faldas de mi vestido como si fuese cuestión de vida o muerte mientras evito su mirada.
— No sé lo que está pasando, pero siento que os alejáis de mi, os escapáis de entre mis dedos y no puedo hacer nada para evitarlo— dice agarrando mi mano, obligándome a mirarlo. Su mirada se ve ¿triste?
Mis piernas flaquean tengo la oportunidad de decirle todo lo que me he estado guardando todo este tiempo.
— ¿Quieres que te sea totalmente sincera?— pregunto, a lo que él asiente con la mirada gacha.
— Nos sentimos usadas, ya tienes tomada la decisión y aun así nos tienes aquí a todas, siendo testigos de como cada día te enamoras más de América y cada día nos ignoras más. Para luego darte cuenta e intentar volver a infundirnos falsas esperanzas solo para volver a destrozarlas— suelto, mi mirada esta puesta en el suelo, se siente como quitarse un peso de encima poder decir eso al final.
Pero tengo miedo de que mi sinceridad me dé un pase vip a una expulsión inmediata del castillo.
— No....no sabía que os sentíais así, estoy intentando convencer a mi padre de que América es un buen partido para que me deje elegirla por eso seguís aquí, no quiero que os sintáis incómodas. Intentaré hablar con todas para que sepáis que, aunque no tengo un interés romántico en vosotras quiero que seamos amigos y que estéis cómodas en vuestra estancia en el palacio— dice acariciando mi hombro a modo de disculpa.
Y tan rápido como vino se fue, dejando una sensación agridulce en mi.
☀️☀️☀️
¿Team Aspen o Team Maxon?
Yo Team Maxon para siempre.☀️
