Me reincorporé a mi trabajo, como Aurora de la brigada anti Neomortífagos, en el ministerio, poco a poco intenté recuperar mi vida anterior. Descubrí que Draco les había rogado a mis amigos que mintieran si yo les preguntaba por mis lagunas en la memoria.
"El Profeta" incluso me entrevistó sobre los efectos que había tenido al recuperarme del Obliviate mediante la solución que Hermione había descubierto, aunque nunca llegué a descubrir como es que se habían enterado de:
1. Que había estado bajo los efectos del Obliviate .
2. Que había usado el método creado por Hermione para recuperar la memoria.
Y 3. Que gracias a el trabajo de Hermione había recuperado la memoria.
Evité visitar San Mugo o cualquier lugar que Draco pudiese frecuentar, con miedo de poder encontrármelo. No quería verle, no sabía que sentiría si volviese a verle. Por un lado, habíamos estado juntos varios años, le amaba. Pero por otro lado me asustaba, ¿Cómo no iba a asustarme estar cerca de una persona capaz de usar un Obliviate con la persona, que se supone, más ama en el mundo?
Comencé a volcarme en mi trabajo, prácticamente no hacía nada que no fuese trabajar, comencé a coger todos los casos que podía, y no los dejaba hasta que no lo resolvía, comencé a quedarme por las noches en la oficina, pues allí sería más eficiente que en mi casa, además mi casa me traía demasiados recuerdos de como me torturé por meses para conseguir una respuesta, no podía pararme a pensar en lo que había descubierto, era demasiado doloroso.
—T/N ¿Estás ahí? —preguntó Hermione tocando la puerta de mi oficina.
—Si, pasa... — respondí mientras me recostaba en mi silla dejando de lado el caso en el que estaba trabajando.
—Bueno, quería pedirte un favor, si no estás muy ocupada.... — dijo entrando tímidamente, a lo que yo hice una señal y se sentó en la silla que había frente a mi mesa.
—Si, me vendrá bien distraerme un poco, me duele la cabeza — respondo mientras le doy otro sorbo a mi café.
—Estoy preocupada por ti, eres mi amiga, y no sales de aquí, solo sales para investigar o arrestar, necesitas desintoxicarte de tu trabajo. Llevas un año así y esto va a acabar por consumirte —explica ella dejando las cosas sobre una cómoda, de un golpe de varita y tomándome de las manos para mirarme a los ojos.
—¿Un año? —dije sin poder creérmelo, sabía que había pasado mucho tiempo desde que había recuperado la memoria y me había refugiado en mi trabajo, pero jamás pensé que había sido tanto ¿un año? Eso es demasiado tiempo.
—Como ministra de magia te ordeno que te tomes un descanso o tendré que tomar medidas serias, y créeme, ninguna de nosotras quiere que eso pase — dijo seria, muy seria, más de lo que la había visto nunca, pero lo que me pedía era imposible.
—Hermione, sabes que te aprecio mucho, pero lo que me pides es imposible, no puedo, lo siento — digo seria y volviendo a centrarme en el caso que hay sobre mi mesa.
Ella se levantó silenciosamente y negando sutilmente con la cabeza abandonó mi despacho, regalándome una sonrisa triste justo antes de cerrar la puerta tras ella.
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