Estábamos en la comisaría, intentando resolver un asesinato que parecía haber sido hecho por un fantasma.
No había testigos, ni arma, ni escenario claro del asesinato, ni siguiera contábamos con al cuerpo completo de la víctima.
La parte inferior de un cuerpo femenino, de unos veinte años había aparecido flotando en el río Hudson. Había sido asesinada antes de ser tirada al río, pero fue imposible localizar un escenario del crimen, conseguimos la identidad de la víctima, Hannah Lovelace, pero nada más.
— ¡¿Que hace esta gente aquí?!— exclamó Javi al ver un gran escuadrón del FBI entrando en la comisaría en dirección a el despacho del Capitán.
— No lo se, iré ha hablar con el Capitán— dije mientras me levantaba de la mesa de Becket y caminaba hacia el despacho.
Justo en el momento en el que me disponía a entrar a el despacho, la puerta se abrió haciéndome chocar contra algo, o más bien alguien.
— Lo siento, no te había visto— me disculpé mientras intentaba recobrar la compostura.
La persona contra la que me había chocado era un hombre, bastante más grande que yo. Parece haber sido esculpido por los dioses, lo que me dejó.
Él se marchó sin disculparse siquiera, caminando hasta el resto de su escuadrón del FBI.
Que maleducado, fue lo único que pude pensar antes de continuar haciendo lo que debía.
Entré al despacho.
— Capitán ¿Qué hace aquí el FBI?— le pregunté mientras tomaba asiento en una silla frente a ella.
— Resulta que nuestro caso con la mujer cortada a la mitad coincide con otros tres casos, que el FBI está investigando. Somos la comisaría con más casos resueltos de todo el estado de New York, así que han venido a que nos ayudemos mutuamente— me explicó lentantándose y dándome pequeños empujoncitos hasta la puerta de su despacho.
— Ahora ve a hacer tu trabajo Agente T/A—me mandó, terminando de echarme de su despacho.
Mientras caminaba hacia la sala de las pizarras pude ver la cara de Ryan, Espo, Becket y Castle que con una sola mirada me hicieron millones de respuestas que no podía responder.
El equipo del FBI había traído un montón de equipos y material para conseguir resolver el asesinato de una forma más fácil.
Nos asignaron con un grupo del FBI de San Diego, donde se habían producido los demás homicidios. Y el jefe de ese equipo era Thomas Maddox, el chico contra el que me estrellé en la puerta del despacho del Capitán.
— Debemos de ponernos al día, debemos compartir las informaciones que ambos tenemos sobre los homicidios— explicó el agente Ryan cuando nos encontrábamos reunidos con el equipo de San Diego buscando conexiones entre todas las pistas que teníamos de los dos estados.
— Bueno, resulta que hay información confidencial que el FBI........— nos intentó explicar el Señor Maddox, pero es Becket le interrumpió.
— Mire señor Matox, resulta que tenemos más de tres asesinatos sobre la mesa, nada de información sobre el asesino y usted ha decidido restringir la información que vas a darnos por tonterías como que eres del FBI. Quiero que sepa que en esta comisaría ese título no te servirá para nada. Aquí sirves de lo mismo tú que Castle, así que déjate de gilipolleces y cuéntanos toda la información que sabe— solté con tono autoritario, haciendo que el sr Maddox se echase para atrás y comenzase a contarnos toda la información que su equipo había recabado a lo largo de todo el caso.
— (inserte información sobre el caso que sabe el FBI) Ah y es Maddox, no Matox-— explicó, y comenzamos a rellenar las pizarras con la información nueva que habíamos conseguido.
El caso continuó, y finalmente encontramos al culpable, un hombre con un severo caso de esquizofrenia, que se dedicaba a cortar a sus víctimas por la mitad, a tirar la parte inferior a un rio, o a el mar. Y enterrar la parte superior en su jardín, dejando la cabeza por fuera, la imagen que encontramos tras detenerlo no fue agradable, era escalofriante.
El FBI nos había ayudado a detener a una de los asesinos más peligrosos que había tenido la ciudad de New York.
— ¿Sabes? Estaré aquí algún tiempo más antes de volver a California— me explicó el Sr Maddox. Yo le miré sin comprender, habíamos hablado alguna vez durante el caso, peno normalmente solo discutíamos.
— Si, me parece maravilloso, pero.... ¿Por qué me lo dices?— le pregunté confundida.
— Resulta que me han recomendado ir de copas por aquí, y no quiero ir solo. ¿Quieres venir conmigo?— me preguntó, a lo que yo me quedé congelada, completamente sorprendida.
— ¿Me estas pidiendo que salga contigo?— pregunté incrédula.
— Si, solo si tu quieres. Sino puedo llamar a otra, los agentes del FBI estamos muy solicitados— me explica intentando no dañar su ego masculino.
Jajajaja ¿tú? ¿solicitado?, pensé.
— No habrá mas remedio que ir contigo, no quiero que vallas solo por ahí de copas, podría ser peligroso— le respondí guiñándole un ojo.+
— Esta noche, pasa a buscarme a las 22— dije entregándole un papel con mi dirección.
🔪🔪🔪
