Queens.
Todo era nuevo para mi, mis padres habían decidido que era buena idea que nos mudásemos.
No me entusiasmaba la idea de empezar de nuevo, y por si fuera poco me había puesto enferma, faltando a mi primer día en el nuevo instituto.
Mis padres, James y Charles, trabajaron durante todo el día y mi hermano Zack había decidido que sería buena idea invitar a sus nuevos amigos a casa durante la tarde, no entendía como era posible que hubiese hecho amigos después de un solo día de instituto.
Sinceramente me encontraba mejor, y agradecía que mi hermano no tuviese una personalidad demasiado encantadora, y tampoco hubiese tenido mucho tiempo, así no invitaría a medio instituto.
Salí de mi habitación, llevaba una manta a modo de capa protectora. Bajé las escaleras en busca de comida, pasé por el salón tan rápido que no pude ver quien se encontraba en el, aunque si pude escuchar varias voces.
Cuando ya estaba en la cocina me preparé un par de tortitas con sirope de chocolate, los coloqué en un plato y me encaminé de vuelta a mi habitación. Estaba enferma, pero mi hambre seguía siendo la misma.
Esta vez, al pasar por el salón escuché a mi hermano llamarme. Zack se encontraba en el sofá con otros dos chicos jugando a alguno de sus videojuegos mientras comían un montón de tipos de patatas.
Uno de los chicos a los que no conocía también giró hacia mi dirección mientras el otro no apartaba la vista del televisor.
— T/N estos son mis nuevos amigos, Peter y Ned— dijo señalando primero al chico que miraba al televisor y luego a el chico que me miraba
— Chicos ella es mi hermana, T/N— dijo señalándome. Yo saludé con la mano.
Por primera vez en todo el tiempo que había estado ahí Peter me miró, era guapísimo. Pelo y ojos marrones, me quedé un poco embobada mirándole, tanto que de no ser por la ayuda de Ned mi plato y mis tortitas habrían acabado en el suelo.
— Gra...gracias— le agradecí con una sonrisa mientras le cogía el plato de las manos.
— T/N, puedes quedarte con nosotros, no mordemos— me invitó mi hermano dando mirando hacia el sofá, donde todavía quedaba un hueco.
Mi hermano era muy protector conmigo, y sabía que me costaba hacer amigos, mucho más que a él, por lo que siempre intentaba incluirme con sus amigos.
Yo solo asentí y me senté en el sillón, con mi plato entre las piernas mientras comía las tortitas y miraba como mi hermano era derrotado por Peter en un extraño juego de peleas.
— Quien gane contra mí— dijo Ned, mientras se metía un puñado de patatas en la boca. Este chico es tan gracioso que parece serle imposible parar de reír, y lo peor es que es contagioso.
Después de algunas partidas viéndoles jugar me animé a jugar yo también y gané algunas partidas, aunque ninguna contra Peter, parecía ser experto en el juego.
— T/N los chicos se quedan a cenar, pop y papá no llegarán hasta tarde, me han dicho que salen a cenar a un nuevo restaurante. Vamos a pedir pizza ¿te apuntas?— dijo mi hermano mientras cogía el teléfono para llamar a una pizzería cercana.
— Y ¿a que instituto vas?— pregunta Peter
— A el mismo que vosotros, pero hoy no me encontraba bien como para ir— respondo sonriendo mientras alcanzo unas servilletas para la cena.
— Le caerás bien a MJ, es una amiga nuestra, es un poco rara, pero en el fondo es muy buena gente— dice Ned comenzando a reír, su risa era tan contagiosa que no pude evitar soltar una carcajada.
De repente mis ojos se encontraron con los de Peter, dejé de reír y él también. Simplemente nos miramos, sentí como mis mejillas empezaban a sonrojarse.
— Oye Parker, deja de ponerle ojitos a mi hermana o te corto los huevos— dijo mi hermano con la sonrisa más falsa del mundo en la cara.
Peter y yo nos sonrojamos todavía más. Ned comenzó a reírse de nosotros y eso solo hace que me sonroje más.
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