Había pasado todo el verano con JJ, nos habíamos vuelto muy cercanos. Se había vuelto mi mejor amigo, aunque mis sentimientos por él eran mucho más que solo una amistad.
Pero el verano estaba acabando, pronto volvería a casa, bastante lejos de los Outer Banks y de JJ...
Estaba frente al espejo y no podía parar de llorar, estaba arreglándome para salir por la noche, mi última noche en los Outer Banks. Habíamos decidido preparar una fiesta de despedida en la casa de John B.
Había pasado prácticamente toda mi vida veraneando en los Outer Banks, pero este año había sido diferente, había empezado a salir con los pogues y me había hecho muy amiga de ellos, sobre todo de JJ.
Todavía estaba acabando de arreglarme cuando Kie apareció en mi casa para pasar a buscarme e ir juntas a la fiesta.
— Esta noche tiene que ser memorable— me susurró Kie en la oreja mientras me daba un fuerte abrazo.
Subimos al coche de Kie y llegamos a la casa de John B. La música se oía desde lejos, sin duda iba a ser una gran fiesta.
— ¡T/N! ¡Kie! ¡T/N! ¡Kie!— gritaba John B acercándose corriendo hasta el coche, con un gran vaso rojo en la mano, claramente de alcohol, se veía desde lejos que ya llevaba unos cuantos cubatas.
Apenas salimos el coche John B nos tomó prácticamente en brazos y nos llevó hasta el "jardín" delantero de la casa, donde había una gran hoguera y mucha gente.
John B corrió hacia la gente y empezó a bailar con todo el mundo, dando saltos y tirando la bebida sin darse cuenta.
Al ver a Pope, Kie también desapareció, y me quedé sola, en medio de toda la gente. Busqué un vaso y bebida, la gente estaba demasiado animada para mi, llevaban más tiempo en la fiesta y más alcohol en el cuerpo. Necesitaba alcohol para poder estar tan animada como ellos, bailando y dando saltitos.
Caminé hasta la parte de atrás de la casa, donde había otra hoguera, más pequeña, había mucha menos gente allí, y por el humo que salía sabía que estaban fumando. Tenía algo de maría, por lo que me acerqué a fumar con ellos.
— ¡T/N!—oí que gritaba JJ, que estaba sentado en un tronco , acabándose la chusta de un porro.
—¡JJ!— le grité de la misma manera, acercándome para sentarme a su lado.
Me sentí bastante triste, nuestros momentos juntos se iban a acabar, y tendría que esperar hasta el próximo verano para tan siquiera poder verle o hablar con él.
— ¡A bailar!— dijo tomándome de la mano, para llevarme a bailar, pero le mostré la maría que llevaba y rápidamente volvió a sentarse.
— ¡Por eso te quiero, joder!— gritó, tomándome de la cabeza, y besándome en los labios, como si no fuese la gran cosa.
No pude evitar quedarme petrificada, había soñado con eso todo el verano, y había esperado hasta el último día y, estando ciegos, para que él se decidiera a besarme. Agradecí la oscuridad de la noche para que cubriese mi sonrojo.
Rulé el porro y JJ y yo empezamos a fumárnoslo mientras reíamos por tonterías, cada vez más ridículas a medida que se consumía el porro. No dijo nada sobre el beso, y eso me entristeció en cierta manera.
— Lo siento JJ, pero es la última noche de T/N y nosotros también queremos pasar tiempo con ella, te la robamos un rato— dijo Kie, que había venido a la parte de atrás junto a Pope.
Kie me tendió la mano, ya había acabado mi copa, y eso unido al porro ya estaba suficientemente animada para bailar.
Antes de tomar la mano de Kie y seguirla me giré a ver a JJ, pero él ya ni siquiera nos prestaba atención, estaba hablando con una pelirroja.
Algo enfadada con el rubio tomé la mano de Kie, que me levantó de un empujón y me fui con ellos a la parte de adelante de la casa, dejado solo a JJ, bueno, no tan solo.
La noche siguió, me lo estaba pasando súper bien, aunque casa vez que pensaba en JJ sentía un pinchazo en el corazón, después del porro no lo había vuelto a ver, me habría gustado pasar algo más de tiempo con él en mi último día en los Outer Banks.
Estaba con John B, Pope y Kie, bailando y riendo alrededor de la hoguera. No podía marlagtar mi último día allí.
— ¿Y JJ?— le pregunté a John B. Kie y Pope se habían ido a hacer "cosas de pareja" y John B y yo nos habíamos quedado bailando.
— Disfrutando del último día del verano— dijo señalando un árbol que había cerca de la playa, donde se podía ver claramente una pareja besándose y el chico era, sin duda, JJ.
Me sentí dolida, no quería que se notase, Kie era la única que sabía mis sentimientos por JJ, por lo que intenté fingir que no me afectaba aunque eso de beber el triple de rápido no fue muy inteligente.
Me desperté con un fuerte dolor de cabeza. Mi madre me estaba zarandeando para despertarme. Miré por la ventana, no siquiera había acababa de amanecer, no había mucha luz.
— Venga hija, nos vamos ya—me susurró mi madre, animándome a levantarme.
Salí de la cama dolorida, tenía una resaca impresionante y me moví como un zombie, mientras acababa de empacar mis cosas.
Mi padre estaba acabando de cargar las últimas cosas en el coche mientras mi madre revisaba los billetes y pasaportes. Alguien llamó a la puerta, y como era la única que no estaba ocupada fui yo a abrir.
JJ, bastante borracho y colocado, estaba al otro lado de la puerta. Me quedé un poco en shock al verle, y él ni siquiera se movió.
— ¿Quién es cariño?— preguntó mi padre, gritando desde el garaje.
— ¡Un amigo! ¡Voy a despedirme! ¡Será solo un momento! Ahora vengo— grité para responder a mi padre.
Salí y cerré la puerta detrás de mi. Quedándome prácticamente pegada a su pecho.
— ¿Qué quieres JJ?— le pregunté algo irritada, recordando como se besaba con aquella chica en el tronco de la playa.
— .........T/N.........— dijo él medio hipando y lanzándose sobre mis brazos para abrazarme.
— JJ........tengo que irme— le dije, de manera muy seca, e intentando alejarlo de mi.
— Pero yo quiero que te quedes, T/N... Quiero que estés conmigo— dijo el chico, abrazándome más fuerte para que no me pudiese alejar.
— Ayer tuviste tiempo, y no lo usaste— dije retorciéndome entre sus brazos.
Tenía la mente dividida, quería que me abrazase, pero a la vez estaba molesta y dolida.
— No voy a perder más el tiempo...— dijo. Y antes de que pudiese reaccionar me había tomado de las mejillas y me estaba besando.
No pude resistirme, mis sentimientos eran demasiado fuertes, pasé mis manos alrededor de su cuello, enredando mis dedos en su nuca, mientras él bajaba sus manos a mi cintura.
— JJ......estás borracho...— dije sobre sus labios, y él se alejó de mi, algo dolido, aunque no apartó sus manos de mi cintura.
— Eso no cambia lo que siento por ti, T/N— dijo usando una de sus manos para tomar mi mano y besarla.
— Me voy JJ...— dije recordando lo lejos que estaba mi casa de allí, subí mis manos hasta sus mejillas, manteniendo su mirada fija en mis ojos. Sentí como me picaban los ojos, me iba a poner a llorar.
— Te esperaré hasta el próximo verano— dijo volviendo a besarme, por fin estaba pasando, me estaba besando, y justo por eso me dolía, porque debía irme.
Fue una despedida agridulce, sabiendo que volvería y que él estaría aquí, esperándome aunque pasase prácticamente un año.
