🕶 Clark Kent🕶

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Estaba en casa de los Kent, con mi madre y la señora Kent vistiéndome para ir al baile de mi instituto. Mi madre y yo no teníamos mucho dinero y la señora Kent se ofreció a dejarme uno de sus vestidos.

Parecía su muñeca, estaba sentada en su tocador mientras ellas se movían de un lado al otro de la habitación, buscando el vestido perfecto, con las joyas perfectas, y los zapatos perfectos.

Acabé con un vestido color menta que era precioso, unos zapatos blancos y unos pendientes plateados, me sentía una princesa, nunca había podido ponerme un vestido tan bonito, nun ca habíamos tenido tanto dinero.

Me miré en el espejo de la señora Kent, mi madre y ella estaban detrás de mi, viéndome orgullosa. Las tres estábamos sonriendo.

Pero la sonrisa no duró mucho, comenzó a pasar el tiempo, y Daniel Hunt, el que se suponía que era mi cita no aparecía. Ya llegaba tarde al baile, pero no tenía coche y no podía ir por mi cuenta. 

La señora Kent y mi madre se miraban nerviosas, no quería que supiesen lo decepcionada que me sentía de que Daniel no apareciese, parecían tan emocionadas...

Finalmente me di por vencida, había pasado una hora, Daniel no iba a aparecer, y me perdería mi baile de fin de curso.

— ¿Estás bien?— me preguntó mi madre acercándose a mi, que estaba sentada en el otro sofá, yo solo asentí con la cabeza, no quería ponerme a llorar delante de ella.

— Voy a ir al baño— dije levantándome y marchándome del salón.

Me estuve mirando un momento en el espejo, no podía dejar que eso me afectase ahora, debería aguantar, al menos hasta salir de la casa de los Kent, no quería molestarles. Cuando estaba a punto de salir unas voces me pararon.

— Por favor hijo, hazme el favor y acompáñala, estaba tan emocionada...— decía la señora Kent, podía escucharles, estaban en el descansillo en la planta de arriba, no podía salir en ese momento, me verían.

Pero entonces hubo una voz que me aceleró el pulso.

— Vale mamá, ahora bajo— era Clark, el hijo de los Kent, y el chico que me había gustado desde pequeña. Era un año mayor que yo, habría vuelto de la universidad. Habíamos sido vecinos toda la vida, y cuando nuestras madres se hicieron amigas.... Bueno, él empezó a gustarme.

Escuché un portazo y los pasos de la señora Kent bajando. Entonces salí del baño, de vuelta al salón, donde estaban las dos mujeres.

—Clark se ha ofrecido a llevarte T/N, estate lista— dijo la señora Kent con una gran sonrisa. Si supiese que había escuchado la conversación...

Entonces mi madre sacó su cámara y empezó a hacerme fotos con el vestido, incluso con la señora Kent mientras esperábamos a que Clark bajase listo.

Apenas unos minutos después volvimos a escuchar una puerta y Clark bajó las escaleras con un bonito traje negro. Era tan guapo...

— ¡Ahora una foto juntos!— gritó mi madre cuando Clark llegó a mi lado. 

Yo le sonreí mientras me acercaba para la foto, nuestras madres nos miraban con una gran sonrisa mientras nos hacían varias fotos.

—Pasadlo bien— gritó la señora Kent cuando salimos de su casa.

Al llegar a la camioneta de Clark todo se volvió en un silencio algo incómodo. Clark tenía la vista puesta en la carretera y yo en él, no podía evitarlo, había soñad por años que él fuese mi pareja para el baile de graduación, y ahora que estaba pasando no me lo podía creer.

Pero antes de llegar al instituto hablé:

— No tienes que quedarte si no quieres, sé que tu madre te ha obligado a acompañarme— dije muy avergonzada, no quería obligarle a quedarse conmigo en mi estúpido baile, seguro que tenía mejores cosas que hacer.

—Si no quisiese venir no habría venido T/N— dijo apartando la mirada, por primera vez, de la carretera, para sonreírme. Sentí como me sonrojaba aún más.

Al llegar al gimnasio del instituto él me ofreció el brazo para entrar. Estaba viviendo mi sueño. Todo era perfecto, hasta que entramos, la música era bastante mala, le habían echado tanto alcohol al ponche que estaba malísimo, y Daniel estaba allí.

Pude ver a Daniel, en el medio de la pista de baile, con otra chica.

— Mi baile de graduación fue mucho mejor que esto...— me susurró Clark, haciendo que se me erizase el pelo del cuello al sentir su aliento.

—La verdad es que esto es una mierda— respondí mirando a nuestro alrededor.

—Vámonos, seguro que podemos hacer algo más divertido que esto— dijo, yo le miré sorprendida, pensé que si le proponía irnos se iría a su casa, no esperaba que quisiese pasar tiempo conmigo.

Yo asentí con la cabeza y él me tomó de la mano para llevarme de nuevo a su camioneta.

Condujo hasta llegar a un antiguo descampado encima de una colina desde la cual se podía ver toda la ciudad. Él abrió las ventanillas y puso la radio a tope antes de salir del coche. Yo le seguí.

Él me ofreció su mano.

—¿Te dan miedo las alturas?— preguntó mirándome directamente a los ojos, yo podía sentir como se me aceleraba el pulso de tenerlo cerca. Por lo que simplemente negué con la cabeza para responderle.

Él me empujó contra su pecho y me agarró entre sus brazos con fuerza, yo hice lo mismo cuando comencé a sentir que nos elevábamos por los aires. Clark estaba usando sus poderes.

Yo me agarré fuerte a su espalda y pude notar como mi cabeza revotaba contra su pecho cuando comenzó a reírse.

Podía escuchar la música de la radio del coche ligeramente, y empecé a notar como Clark se movía ligeramente, de un lado al otro, siguiendo el ritmo.

— ¿Estás bailando?— pregunté.

— No T/N, estamos bailando. ¿No has estado tres horas vistiéndote para un baile?— preguntó.

— Si, pero....— comencé a decir, pero él me interrumpió.

—Pues deja de quejarte y baila— dijo alejándose un poco de mi. No quería caerme, por eso de que estábamos volando y tal, por lo que intenté agarrarme con más fuerza, pero él no me dejó. 

Cerré los ojos con fuerza asustada mientras me alejaba un poco de él, sin llegar a soltarme en ningún momento.

— Ahora abre los ojos—susurró él en mi oreja. Volví a sentir que se me aceleraba el pulso, si seguía haciendo eso acabaría con taquicardias.

Abrí los ojos con cuidado, pude ver como nos balceábamos en el aire, en un cuando girábamos hacia el bosque podía ver las estrellas y los árboles, mientras que cuando girábamos a la ciudad podía ver las pequeñas luces. Parecía mágico.

Estuvimos así un rato, hasta que empezaron a poner anuncios en la radio, y entonces volvimos a bajar. Fue entonces cuando vi la hora, era tarde, debía volver a casa.

Él aceptó llevarme con una sonrisa y en apenas unos minutos llegamos a la casa de mi madre.

— Muchas gracias por todo...— le agradecí antes de salir del coche. No sé como, pero reuní la suficiente fuerza como para acercarme y darle un beso en la mejilla.

Entonces intenté salir rápidamente del coche, avergonzada, pero él me paró, tomándome de la mano, volviendo a empujarme dentro del coche. Sus labios chocaron por un momento con los míos pero rápidamente nos alejamos.

Sentí el calor subirme a las mejillas.

— Lo he pasado muy bien contigo T/N, podríamos volver a salir otro día— dijo sin soltar mi mano. 

Yo solo sonreí como una idiota mientras asentía con la cabeza. Volví a acercarme a él y le di un corto beso en los labios antes de volver a alejarme.

— Sabes donde vivo, ven a buscarme cuando quieras— y con una gran sonrisa que hacía que me doliesen las mejillas, entré en mi casa.

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Multifandom 🏳️🌈~ (en edición)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ