Capítulo 58

910 64 0
                                    

/Narra Hipo/
  Cuando empezamos a alejarnos de Berk, creí que sería más fácil olvidar a Astrid, pero cuanto más nos alejabamos, más pensaba en ella. Creí que podría sobrevivir al estar lejos, pero terminó recordando la escena de la cita y de como me ignoró.

  Los demás no parecían ni odiar ni disfrutar del viaje. Volamos durante un tiempo alejándonos más y más. Fuimos al límite del Archipiélago y allí vimos un banco de niebla. Era el banco que separa el Archipiélago con el resto del mundo. Nos adentramos a él y tardamos varias horas hasta llegar.

Patán: Wow. Todavía no puedo acostumbrarme a esto.

Patapez: Cierto. En barco tardábanos semanas en cruzarlo.

Brutacio: Eso era cuando todos...

Brutilda:... Te buscábamos por todas partes

Brutacio: Si... Esa época fue una completa molestia.

  Voteé a ver y noté la mirada feroz de mi amiga sobre él.

Hipo: Llegaremos dentro de poco.

Patapez: *Curiosos* ¿A dónde iremos? ¿Volveremos a tu isla?

Hipo: Claro que no. Aunque me hicieron acordar de algo. Iremos a una isla que conozco. Es tranquilo de vez en cuando y a veces hay problemas. Será genial para entrenar.

Heather: Estoy dentro.

Los gemelos: Y nosotros.

Patapez: *Tímido* Yo... Yo también.

  Luego de un tiempo, por fin logramos llegar a nuestro objetivo.  Aterrizamos en una isla y dejamos que nuestros dragones descansaran. Bajamos nuestras cosas y empezamos a armar el campamento.

  Estaba tan concentrado hasta que escuché algo que me hizo sentir un poco mal.

Patapez: *Susurrando* Ojalá hubiera venido Astrid con nosotros.

Patán: *Susurrando* Si. Me siento mal por dejarla. *Arrogante* Siempre fuimos nosotros ante todo.

  Sentía una especie de culpa e incomodidad. Le estaba arrebatando a Astrid sus amigos y estaba comportándose como alguien egoísta e insensible. No solo eso, si no que también me volví irresponsable con la tarea que me había impuesto yo mismo. Este viaje debía traerme a la realidad y espero que me ayude a mejorar.

/Narra Valka/
  Cuando amaneció, fui a despertar a Hipo, y no estaba allí. Me desesperé al no encontrarlo por ningún lado.

  Salí, busqué y se lo comenté a Estoico. Le comenté lo que estaba sucediendo, sin saber que era peor de lo que creía.

Estoico: *Preocupado* ¿Hipo también? No puede ser

Valka: ¿Cómo que "también"?

Estoico: El hijo Ingerman, Jorgenson y los gemelos Torton, también desaparecieron. Los padres dicen que cuando despertaron, ellos ya no estaban, al igual que sus dragones.

  Ahí me di cuenta que también faltaban Heather y Cizalladura.

  Corrí hacía la casa para equiparme y luego llamé a Brincanubes. Le dije lo que sucedió y notó preocupación en mi. Sin tardar un segundo, mi dragón se inclino y me ayudó a subirme a su lomo. Los dos comenzamos a volar y nos alejamos de Berk.

/Narra Astrid/
  El día anterior fue muy extraño. Me enteré que lo último que recuerdo sucedió hace muchos años, mi cuerpo cambió bastante y había dragones por todas partes.

  Hoy me desperté y al abrir la puerta ví a la dragona que me acompaño a la casa del jefe. Me asusté un poco y me puse en guardia pero ella parecía triste al verme preparada para pelear.

Astrid: *Asustada* ¿Que quieres? ¿No te dijo Valka que no me acuerdo de tí? - Ella se acercó ligeramente y bajó la cabeza. Algo dentro de mí no quería verla triste - Ok, ok. Saldré y jugaré contigo pero ya no me pongas esos ojos tiernos.

  Salí y me sorprendió como me acompañaba en todo momento. Era una animal. Siempre nos dijeron que las criaturas eran bestias viles y malas. Verla a ella de esta forma y compararla con los últimos recuerdo que tenía, era muy extraño.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora