Capítulo 16

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/Narra el autor/
  Los años pasaron. Como el primer viaje fue todo un fracaso, Estoico volvió a Berk para encargarse de la aldea pero los chicos seguían viajando de isla en isla con el fin de encontrar al joven perdido. Astrid los dirigía, Patapez anotaba todo con respecto a sus viajes, los gemelos hacían las tareas que les designaban pero también causaban problemas, y por último, Patán quién se quedaba en Berk debido a que pensaba que los viajes eran una perdida de tiempo. A pesar de su pensar, participaba en algunas expediciones de búsqueda para encontrar a Hipo. Estoico mantenía en su corazón la esperanza de reunirse con su hijo y por eso, cuando podía, acompañaba a los jóvenes en los viajes.

  Mientras tanto, Hipo y Valka sabotearon todos los negocios de ventas de dragones desde el Norte hasta el Sureste. Tuvieron muchos retos y enemigos pero siempre lograban sacarse de ellos. El muchacho era un prodigio en el arte del engaño y las estrategias ya que sus planes siempre salían como quería y siempre estaban un paso más adelante que los cazadores. A medida que iba pasando el tiempo iban aumentando sus fuerzas y números ya que comenzaron a tener aliados muy importantes.

  Un día, Hipo estaba en su isla cuidando de sus dragones cuando vio a alguien llegar. Era una chica que montaba un Látigo Afilado, tenía el cabello negro y unos ojos verdes como un prado. Ella entró en la cabaña de Hipo se acercó a él y lo besó en la mejilla.

???: Hola Hipo.

Hipo: Hola Heather ¿Cómo estás?

Heather: Bien.

Hipo: ¿Y? ¿Cómo te fue en tu misión?

Heather: Fue fácil, ni siquiera me vieron.

Hipo: Espero, cada vez son más listos y me preocupa que llegue el día que descubran la isla.

Heather: No te preocupes. Jamás llegarán aquí, y aunque lo lograran, tenemos a un ejército de dragones que pueden combatir contra ellos.

Hipo: Si, pero no quiero involucrarlos en esto.

Heather: Como sea, vamos a comer.

Hipo: Hay que esperar a mamá, me avisó por un Terror que ya está viniendo.

Heather: *Preocupada* ¿Ella cocinó?

Hipo: Claro que no - Dijo mientras ponía la comida sobre la mesa - No desde la última vez que comimos juntos.

Heather: *Aliviada* Uff. Me asusté.

  La chica agarró una de las albóndigas que estaban en la mesa y se la comió pero luego comenzó a sentirse rara.

Hipo: Sin embargo, aún quedaron varias de sus albóndigas y ni siquiera los dragones lo quieren, así que debemos terminarnoslas hoy.

  Heather sintió el sabor asesino de la comida que ingirió y lo escupió sin vomitar, lo que fue un logro. Tomo a Hipo de la camisa y le gritó.

Heather: *Molesta* ¡¡¡Avisa primero!!! ¡¡¡Casi muero!!!

Hipo: *Calmado* Fuiste tú quien no termino de escucharme.

  En eso, llegó Valka y junto a sus dragones, comieron y se saciaron de la comida del castaño junto con unas bolas de carne muy letales.

  Cuando terminaron, todos fueron a sus respectivas habitaciones. Y hablaron por un rato.

Hipo: Ma ¿Cómo está Eret?

Valka: Bien, está dirigiendo el escuadrón Beta para asegurarse del área ¿Y nuestros otros aliados?

Hipo: Atali y Mala dijeron que les gustaron mis artefactos. Si todo sale bien, nuestras fuerzas aumentarán más y más.

Valka: Ok. Bueno, es momento de descansar, mañana tenemos un largo día.

Heather: Si, mamá.

Valka: *Feliz* Descansa bien, mi niña.

Hipo: ¿Segura que no puedes quedarte?

Valka: No puedo. El alfa me necesita y con la situación en la que estamos, dudo que dejarlo un día sea lo conveniente.

Hipo: *Deprimido* Ok, pero ten cuidado.

Valka: Lo tendré.

  La madre salió volando junto a su dragón y se fueron alejando de la isla dejando solos a ambos jovencitos.

Heather: *Bromista* ¿Te parece bien si... compartimos cama?

Hipo: No.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora