Capítulo 38

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/Narra el autor/

  Los días anteriores a la invasión a Berk, Heather envió un correo del Terror a su amigo para advertirle de la situación. Mientras esperaba a que el dragón llegara, ella trataba de distraer a los guerreros lo más que pudo. Hacía bromas, fiestas, bailes, contaba chistes y hasta jugaba con el corazón de algunos con el fin de atrasar los planes de su malvado hermano hasta que la aldea de Berk pudiera preparse. 

  Un día, estaba en su cuarto y sacó de su bolso un pedazo de papel, en él estaba dibujado Patapez con su semblante tímido.

  Antes de conocer a Patapez, la pelinegra sentía que su único propósito en la vida era compensar a su amigo por haberla acogido y cuidado luego de tantos años, pero después de conocer a ese muchacho, ya no se sentía igual. Sentía que su propósito ahora era cuidar y mimar de aquel joven que robó su corazón a primera vista.

  Estaba tan embobada viendo de aquel dibujo que no distinguió a su hermano entrar a su cabaña. Dagur le arrebato con fuerza la imagen y la observó.

Dagur: *Enojado*¿Quién es él?

Heather: No te importa, devuélvemela.

Dagur: *Furioso* ¡¡¡Que QUIÉN ES ÉL!!!

  Heather comenzó a asustarse tanto por el tono como el volumen de la voz del jefe Berserker. retrocedió un poco y luego tropezó con una de las tablas de madera y cayó al suelo. Dafur, al ver esto, se calmó un poco y la ayudó a levantarse.

Heather: Es un amigo. Es alguien a quien aprecio - Decía mientras la ayudaban a ponerse nuevamente de pie - Es alguien muy dulce y tierno, es algo tímido pero es muy inteligente. Creo que me gusta.

  Su hermano, soltó el pedazo de papel y se retiró de aquel lugar.

  Heather, rápidamente, recogió la imagen del muchacho y la abrazo mientras una lagrima escapaba de uno de sus ojos.

  "Por fin llegó el día de zarpar con rumbo hacia Berk y destruir sus muros, quemar sus casas y llenarse las manos con la sangre de sus habitantes". Todo eso y mucho más pensamientos inundaban la cabeza del maniático.

  Cuando toda una flota de Berserkers zarpó, Heather estaba a lado de su hermano, preocupada por los habitantes de aquella gentil isla, y más por aquel chico.

  Pasaron días navegando hasta que por fin llegaron a su objetivo. Permanecieron lejos del alcance de los Berkianos y esperaron durante días hasta tener una ventaja y plan estratégico.

  Una noche, mientras todos estaban dormidos, los Berserkers arrivaron y atacaron a la aldea sin piedad. mas de 500 Berserkers, con espadas y escudos, se lanzaron al ataque para crear la masacre más grande nunca antes vista.

  Continuaron avanzando pero sus planes no resultaron como esperaban. Al momento de atacar, una horda de vikingos junto con una enorme cantidad de dragones, los esperaban armados y listos para defenderse. El jefe Berserker se hizo presente, al igual que el jefe de Berk, para "discutir" acerca de aquella situación.

Dagur: ¿Se puede saber que es esto?

Estoico: Lo mismo pregunto yo, Dagur. Se supone que teníamos un tratado de paz.

Dagur: *Riendose* Esa es la cosa Estoico *Irritado* La paz es molesta y aburrida. *Tranquilo* Por eso prefiero molestar a los demás y luego hacer que se inclinen ante mí.

???: Es bueno oírlo, "Hermano".

  En el oscuro cielo, se pudo ver a un Furia Nocturna. El cielo nocturno hacía parecer que el dragón era mas grande de lo que en realidad era. Sobre este había un jinete con una armadura hecha de escamas negras y su cara estaba cubierta por por un casco negro y en una mano traía consigo un bastón lleno de espinas de dragones.

???: Te recomiendo salir de aquí antes de que me enoje Dagur.

  De repente, un dragón de metal secuestró con su cola a Heather y la subió en su lomo.

Heather: Yo también te extrañe, nena.

Dafur: ¡¿Pero qué esta pasando?!

???: Esto, es Berk. Y te metiste con los vikingos equivocados.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora