Capítulo 46

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/Narra Estoico/
Todo era de los más normal. Era de día, los pájaros cantaban, los rayos del sol eran intensas, desperté en una isla desconocida a kilómetros lejos de mi casa y con mi mayor enemigo a lado mío mientras estaba amarrado; ya saben, lo típico.

No podía creer lo que estaba pasando. Estaba lejos de mi casa y con mi enemigo amarrado mientras forsejeaba para deshacerse de sus ataduras. A tan solo a unos metros, estaba un cuchillo clavado con un papel en el suelo. Lo levanté y lo leí.

"Hola padre.
Lamento hacerte esto pero es algo que se me ocurrió cuando recordé una de mis tantas aventuras y es que al momento de sobrevivir, debes de confiar en tu compañero o en quién está más cerca. Esta es la mejor forma que se me ocurrió para que tú y Alvin se reconcilien. Usa este cuchillo para liberarlo cuando sientas que puedes confiar en él. Por último, me veo obliga a decirte que hay muchos desafíos y enemigos que no podrás vencer solo, por eso también necesitas de Alvin para sobrevivir

Te quiere, tu hijo"

Inmediatamente arrugue el pedazo de papel y lo arrojé lejos.

Estoico: Cuando encuentre a ese muchacho, le arrancaré uno de sus brazos para que se parezca a Bocón.

Ví a mi "compañero de viaje" quién todavía trataba de liberarse.

Lo ayude para que se levantara y me llevé el cuchillo conmigo mientras comencé a caminar para buscar una forma de salir de esa isla.

Alvin: Oye Estoico ¿Que hago aquí y de esta forma tan grosera? ¿Acaso es otra forma de lastimar a tus aliados?

Estoico: Esto es obra de mi hijo. Al parecer quiere que nos llevemos bien. Pero si de algo estoy convencido es que confiar en tí es un grave error. Ahora mismo buscaré una forma de irme de aquí. Arréglatelas como puedes.

Me fuí alejando y mi enemigo se fue para el lado contrario a donde yo iba.

Logré encontrar una cueva después de tanto esfuerzo y muchas horas de caminar. Me recosté y logré descansar sin ninguna complicación. Luego de un par de horas comenzó a llover con fuerza. Yo estaba de lo más tranquilo viendo la lluvia hasta que veo como una sombra se iba acercando hacia mí.

Me preparé con lo único que tenía al alcance y eso era el cuchillo y una roca. La sombra se fue acercando y noté que era Alvin, quién todavía seguía atado.

Estoico: *Burlón* ¿Todavía no te puedes liberar de eso?

Alvin: *Molesto* Cállate Estoico. No sabes lo difícil que es. Está muy bien hecho estos nudos.

Yo me seguí burlando de él y como estaba indefenso y atado, lo deje entrar a la misma curva y allí pasamos la noche hasta que amaneció totalmente despejado.

Me levanté y fue a buscar algo que hacer hasta que me encontré con una caja de madera en donde había hachas, sogas y otros materiales. Sabía que mi hijo estaba jugando conmigo y con mi paciencia.

Lleve la caja hasta la cueva y noté que Alvin no estaba, en su lugar habían pedazos de lo que lo amarraba.

Estoico: Esto es malo.

Alvin: Muy cierto.

De repente, mi enemigo cayó desde un punto alto de la cueva y me derribó. Apoyo la hoja del arma contra mi cuello mientras que se burlaba.

Alvin: ¿Quién se ríe ahora?

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora