Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)

Capítulo 39

/Narra Dagur/

  Estábamos iniciando nuestro ataque hasta que vimos que perdimos nuestro factor sorpresa. Ellos nos estaban esperando armados y listos. NO ES JUSTO, NO ES JUSTO, NO ES JUSTO. "Voy a acabar con ellos cuando vea la oportunidad" , eso pensé. Estaban listos y tenían dragones de su lado, uno de ellos raptó a mi hermana, pero parecía que se conocían.

  Me acerqué a hablar con Estoico y antes de por hacer cualquier otra cosa, ví a un Furia Nocturna y sobre él un jinete misterioso. Oí leyendas acerca de un jinete que lucha para darle libertad a los dragones y que logró o solo a engañar a miles de cazadores, sino que también se enfrentó a un Muerte Roja.

  El jinete misterioso me enfrentó y eso me enfureció mucho, nadie me desafía y vive para contarlo.

  Le susurré un plan de ataque a uno de mis camaradas y, veloz como un rayo, se fue a organizar el ataque.

???: No te lo voy a volver a repetir. Sal de aquí.

Dagur: Lo haré con gusto, cuando te corte la cabeza a ti y a todos los habitantes de esta isla, incluidos los ancianos y niños.

  Luego de decir eso, todos se enfurecieron y empezaron a avanzar, ordené a mi ejercito atacar y así lo hicieron. Habríamos ganado de no ser porque esas asquerosas alimañas los defendían y repelían nuestra estrategia y formación. Apenas habíamos iniciado y más de la mitad de mis hombres tenían quemaduras graves y comenzaron a llorar y quejarse del dolor.

  ¡¡¡¡AAAHHHHHHHH!!!!

  El jinete misterioso descendió y me enfrentó cara a cara. El luchaba con un bastón mientras que yo empuñé mi hacha favorita y nuestro combate inició de un modo tan dramático. Fuí testigo de como algunos Berkianos subieron arriba de esos reptiles subdesarrollados y comenzaron a montarlos como si fueran caballos normales. Ellos atacaron mi flota, por suerte mi plan estaba dando sus frutos. Varios de mis barcos estaban armados y comenzaron a capturar uno por uno a esos vikingos.

  El jinete y yo seguíamos peleando ferozmente hasta que su dragón me disparó y eso me sacó de equilibrio. Con una furia tan grande como la de una montaña, corrí hacia él y con un movimiento certero de mi hacha, lo golpeé justo en el casco y este salió volando lejos de su alcance.

  ¡¡¡¡ JAJAJAJAJAJAJAJA!!!!

  Me acerqué lentamente para verlo fijamente y ví que era en realidad una mujer, y no era cualquier mujer. Al verla, pasó por mi cabeza una descripción que encajaba a la perfección con ella.

Dagur: ¡¿ Valka?!

Valka: *Sonriendo* Hola Dagur.

Dagur: ¿Eres el jinete misterioso?

Valka: No. Yo no soy el jinete. *Apunta con su dedo* Es él.

  Al darme media vuelta, vi a un joven castaño con una espada de fuego a punto de clavármela en medio del pecho. Hice que mi hacha se interpusiera en su camino y cuando lo tenía más cerca mío, lo ví.

Dagur: *Soprendido* ¿Hipo?

Hipo: *Sonriendo* Hola hermano.

  Nuestras armas chocaron entre sí y combatimos ferozmente. Su habilidad para pelar mejoró bastante. Era tan bueno peleando que era imposible para mi arremeterle un solo golpe. Ni siquiera pude acercarme, pero él logró hacerme algunos rasguños. Tenía su espada de fuego en una mano y un cuchillo ligero en la otra.

Hipo: *Serio* Voy a asesinarte por lo que hiciste y pensabas hacer a mi isla.

Dagur: *Confiado* Ja, para eso deberás enfrentar y vencer a mi ejercito primero.

  Sin decir una sola palabra, señalo con su cuchillo al lugar en donde estaba la acción y ahí distinguí que todos mis hombres estaban de rodillas rendidos ante los Berkianos.

  El dragón de metal desciende a lado de Hipo y allí vi a mi hermana que bajo con un semblante triste y le dijo algo en el oído a mi enemigo. Hipo me vió con un poco de enojo mientras que yo solo sonreía.

Hipo: Al calabozo, debemos hablar acerca de algunas cosas con él. Luego veremos lo que hacemos con los demás.

  Y así terminó mi día.

  ¡¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHH!!!!