Capítulo 49

933 66 4
                                    

/Narra el autor/
  Estoico y Alvin volaban sobre el Relámpago hasta que a mitad del viaje (o a los veinte minutos después de que emprendiera el vuelo) se encontraron con un dragón negro con alas como las de un murciélago, arriba de este estaba un jinete que ambos conocían bien.

Estoico: Hipo.

Hipo: Hola padre, hola Alvin.

  Los saludó de manera educada y cordial y les mostró el camino a Berk.

Hipo: ¿Y? ¿Les gustó mi obsequio? Veo que se llevaron bien al fin y al cabo.

Alvin: Para la próxima haz algo que no sea tan peligroso, muchacho.

Hipo: ¿Pero en donde estaría lo divertido en eso? Pelearon, se desquitaron y hasta lucharon en equipo para salvar a los dragones. Sobrevivieron, pelearon y están sobre un dragón los dos juntos. Me parece que mis métodos son más efectivos y divertidos. Vamos que todo el mundo los espera.

  Los jinetes volaron hasta Berk y cuando llegaron fueron recibidos por todos los Berkianos, o al menos Hipo y Estoico.

  Alvin, cabizbajo, camino hacia el calabozo de Berk pero una mano en su hombro lo detuvo. Estoico le pidió que se quedara.

  Luego de la celebración, Alvin, Estoico, Valka, Heather e Hipo se reunieron en la casa del jefe y comenzaron a escuchar sus anécdotas y aventuras.

Alvin: Y fue ahí cuando me gane está cicatriz - Dijo y mostró una horrible cicatriz en su brazo.

Hipo: Genial.

Valka: Me alegro que al fin lograron llevarse bien, cariño - Y besó a Estoico.

Estoico: Yo también. Me alegro que todo por fin se resolvió. O al menos por ahora.

Alvin: ¿Cómo que "por ahora"?

Estoico: Buen. Peleamos y nos reímos, pero nunca resolvimos de manera efectiva el verdadero problema o incógnita.

Hipo: Eso me recuerda ¿Por qué comenzaron a pelear?

Bocón: *Llega de repente* Eso es porque ambos son cabezas de carneros. A Alvin no le gustaba como Estoico dirigía la aldea. Creí que era muy blando con sus enemigos o no era lo suficientemente estricto con su gente y luego traicionó junto con un puñado de hombre que el dirigió. Para nuestra suerte, su traición fracasó y los desterramos de Berk. Y de allí el nombre y todos los problemas.

Hipo: ¿Entonces sus disputas fueron por diferencia de opiniones de como dirigir una aldea?

Estoico y Alvin: Si.

  El joven quería tirarse del acantilado de Berk de cabeza por algo muy estúpido, en su opinión. Llamo a atención de los dos y les mostró la solución.

Hipo: Por si no se dieron cuenta, ambos tienen un pueblo, ambos tienen un ejército y ambos son líderes. Sus diferencias de opiniones no son para armar una enemistad que dure años, si por una disputa pero no una guerra. Cómo ambos son líderes ahora, podrán dirigir a a cada isla como mejor les convenga y de paso pueden pedirse ayuda mutuamente, ya que son "amigos" desde hace mucho tiempo ¿O no?

  Los hombre se miraron fijamente y se dieron cuenta de lo que el chico decía era cierto. Ambos querían matarse por algo que perdió sentido hace mucho tiempo, y las ventajas de ser aliados eran mayores que las "ventajas" de ser enemigos.

Alvin: Ok, formemos un tratado de paz ¿Les parece?

Estoico: Creí que nunca lo pedirías.

  Los dos hombres realizaron un tratado de paz y luego terminó todo. Alvin se fue y se llevó a su gente con él, pero no se iba así sin más. El dragón que rescataron lo siguió, y luego de algunos consejos y lecciones de Hipo, Alvin supo cómo controlar a su propio dragón y se fueron de vuelta su propia isla, la isla de los Marginados.

Hipo: Bien, otro capítulo terminado.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora