Capítulo 13

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/Narra Hipo/
  Por fin terminamos la organización y las preparaciones para los recién llegados. Con Chimuelo como alfa, las cosas son muy sencillas, incluso los dragones de agua lo obedecen.

  Cada día que pasaba aprendía acerca de más dragones nuevos y creaba nuevos inventos y armas con su ayuda, por ejemplo: Gracias a los Escaldarones pude bañarme con agua tibia sin problemas. Los gases de los Cremallerus con una pizca de rocío de Pesadilla Voladora, creaba un gas paralizante que ponía en un contenedor arrojadizo. El ámbar de los Cantos Mortales me servía para crear lentes y muchos otros objetos. Las espinas arrojadizas de los Nadder y los Susurros Mortales los usaba para la punta de lanzas o flechas para mi ballesta, etc.

  La verdad, extrañaba mi pueblo, pero no podía permitir que lastimaran a Chimuelo o a los otros dragones. Por la seguridad de todos y la mía, esto era lo mejor que podía hacer.

  Una noche, estaba en la herrería creando nuevas cosas y estaba un poco deprimido y desconcentrado. No estaba prestando atención y por poco agarró el acero en rojo vivo con la mano desnuda.

Chimuelo: ¡¡¡Ghhauuhh!!!

  El rugido de mi amigo me sacó del trance y me dí cuenta de lo que pasaba. Saqué mi mano de ahí a tiempo y me alejé de ahí.

Hipo: Gracias amigo, por poco y me convierto en Bocón.

  Estaba tan distraído que estaba a punto de lastimarme. De no ser por Chimuelo hubiera perdido también una mano.

  Estaba muy triste y solo. Era genial estar con los dragones y todo, pero seguía extrañando a mi padre y a mi gente.

  Me fuí a dormir para calmarme y tratar de despejar mi cabeza. Al día siguiente seguía pensando en mi aldea y en todo lo que dejé atrás.

Chimuelo: ¿Ghhh?

Hipo: Estoy bien, amigo. Estoy algo nostálgico pero creo que se me pasará pronto.

  No podía estar sin hacer nada, así que fui y alimenté uno por uno a todos los dragones de la isla y de paso le puse nombres a los líderes de cada especie. A los del ruedo los tenía que nombrar ya que eran los líderes de sus respectivas especies y he estado con ellos desde hace un tiempo. El Nadder era una hembra y sus escamas me recordaban a un tormenta de Berk y la nombre como tal, Tormenta. El Gronckel también era hembra y parecía una de las albóndigas de los Ingerman. Al Cremallerus los nombre Eructo y Guacara. El Pesadilla Monstruosa era muy rebelde y elegir un nombre para él fue difícil, pero terminé decidiendo por Colmillo. A uno de los Escaldarones lo llamé Escaldy. A uno de los Susurros Mortales la llamé Lucy y así seguí con todos.

  Luego de nombrar a uno por uno a los líderes, seguía perdido y triste, así que le pedí a Chimuelo para par una vuelta. Ambos volabamos mientras veíamos el hermoso atardecer en el horizonte y las nubes formar una superficie blanca, me recosté sobre mi amigo.

Hipo: Como desearía volver a casa. El problema es que no puedo. Ya elegí mi camino y debo seguirlo.

  En eso, notó algo extraño en las nubes, era como un dragón que no había conocido hasta que se elevó lo suficiente como para mostrarse, sobre él estaba un sujeto con armadura y un casco. Estaba algo nervioso e intrigado por quién era esa persona hasta que otro dragón me derriba y me empuja de Chimuelo.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora