Capítulo 12

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/Narra Hipo/
  Pasamos dos días creando y perfeccionando la estrategia para infiltrar la en la venta de dragones.

  Logré entrenar a todos los dragones gracias a Chimuelos. Nos dividimos en grupos y les dí instrucciones específicas que eran traducidos por el reptil.

  Llegó la noche y todos fuimos a la isla Cóndor Negro. Los grupos que habíamos armado fueron en la formación designada y a la posiciones que se les había establecido. Chimuelo y yo, gracias a sus escamas, rondabamos cerca del lugar sin que nadie nos viera. Mir dragón se camufló fácilmente en la noche y yo me había puesto una capa negra con capucha para también estar camuflado con el cielo nocturno.

  Cuando vimos a todos los dragones enjaulados, comenzamos la operación con sigilo y destreza

  El primer equipo estaba compuesto por los Nadder y un tipo de dragón que nombre Aguijones Veloces. Decenas de ellos lograron deshacerse de los guardias. Los Cremallerus y las Pesadillas Monstruosas hacían escándalo para llamar la atención y distraer a los compradores y demas cazadores del objetivo. Los Typhoomerangs y Leñadores estaban en la playa ocultos para luego transportar a los dragones heridos. Los Alacambiantes, los Gronckels h nosotros dos, nos encargamos de liberar a los dragones.

  Las jaulas eran resistente a cualquier tipo de disparo, pero el mecanismo que necesitaba para abrirlo era muy simple. Tardé un tiempo pero pude liberar a todos los dragones y salimos lo más rápido de ahí.

  Cuando estábamos escapando, Chimuelo dió la señal de escape y todos los equipos se fueron de ahí inmediatamente, por suerte nadie quedó atrás.

  Estábamos a punto de escapar también hasta que escuchamos a alguien.

???: Este no es lugar para un niño.

  Era un hombre alto, estaba encapuchado y no parecía ser muy corpulento.

???: A mí maestro le interesaría tener a alguien como tú en sus tropas. Si tienes suerte, el mismo te entrenará y te hará su discípulo.

Hipo: Gracias, pero ahora mismo estoy ocupado, quizás en otro momento.

  Por la forma en que describía a su maestro, sabía que no era un hombre razonable y, mucho menos, compasivo. Si me metía en problemas con personas como ellos sería una gran molestia y pondría en mi peligro mi vida y la de mis amigos.

  Volvimos a la Orilla del dragón y habían nuevos dragones en el nido. Juntos, tratamos de hacer la vida más próspera en la isla. Con el alfa, logramos mantener el orden y una organización estable para las casas, los asaltos, la exploración y la vigilancia. Mus ojos no podían creer lo que veían, organización y paz con los dragones.

Hipo: No me lo puedo creer. Si mi padre viera esto, me ataría a un barco y me abandonaría en pleno mar. Esto es increíble pero los Vikingos aún no están listos para esto. Será mejor vivir en secreto por el momento chico.

Chimuelo: ¿Ghhh?

Hipo: Los humanos somos egoístas y corruptos. Mi padre cree que la única forma de tratar con ustedes es asesinarlos a todos. Yo creo que sí podemos hacer las paces con ustedes, podríamos hacer mucho más de lo que creíamos.

Chimuelo: Ghhhhhh.

  Al día siguiente, todos cooperamos para recibir a los recién llegados. Por la tarde, agarré un libro en blanco que me había dado un mercader y comencé a hacer mis apuntes acerca de los dragones, lo bueno y malo de ellos, sus alimentaciones, la forma para entrenarlos, etc. Fui documentando todos los dragones que conocía e iba conociendo. Sabía que muy pronto, ese libro se llenaría por completo.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora