Capítulo 56

913 67 3
                                    

/Narra Hipo/
  Después de que se burlaran de mí. Traté de hablar con los chicos para poder buscar una solución a lo ocurrido. Heather tuvo la idea de que simplemente fuera a buscarla y hablara con ella para resolver las cosas de frente.

Hipo: Ok, lo haré.

  Los demás empezaron a decir cosas un poco raras como buscar a los cazadores, volar una montaña o declararle la guerra a Dagur como broma.

  Ignorando todos los comentarios tontos o cobardes, por parte de Patapez, me armé de valor (otra vez) y fui caminando hasta llegar a Berk. Chimuelo me seguía y me daba apoyo moral.

  Cuando finalmente llegamos, sentí como si algo estuviera mal. Tenía un mal presentimiento pero decidí ignorarlo.

  Lo primero que hice fue ir a la herrería y me encontré con Bocón, quién tenía una expresión de haber visto un fantasma.

Hipo: Hola Bocón.

Bocón: ¡Hipo! Que suerte que llegas. Hay algo que debes saber, es urgente.

Hipo: Luego Bocón. Tengo que ir a buscar a Astrid y resolver esto de una vez por todas.

Bocón: Esto es por Astrid. La verdad es que ella...

  No escuché lo que dijo ya que había tomado el regalo que forje para ella y me fui de ahí corriendo buscando a la chica que amo por todas partes.

  Primero fui a su casa y me recibieron sus padres. Parecían preocupados y me dijeron que notaron que su hija estaba algo extraña está mañana. Luego busqué por los alrededores y no la encontré.

  Estaba a punto de perder la esperanza hasta que ví a mi madre hablar con Astrid mientras que caminaban. Me dirigí hacia ellas y las saludé con ánimos y nervios.

Hipo: Ho-ho-hola A-a-a...

  Ellas pasaron cerca mío y solo recibí un saludo cálido de mi madre y...

Astrid: *Ignora*

  Astrid me ignoró completamente y caminaba con mi madre mientras que ambas charlaban entre sí. Sentí un hueco en mi corazón. Me ignoró, era como si no existiera ante sus ojos.

  Eso me desánimo y me fuí triste al bosque. Antes de entrar allí, noté que Chimuelo había desaparecido y no me había dado cuenta. Mi compañero aterrizó atrás mío y me dedicó un gruñido. Al parecer, él estaba en el cielo obserbandome y cuidándome. Cuando aterrizó, lo abracé triste y el me señaló su lomo para indicarme para volar. Subí y juntos volamos alrededor de toda la isla.

  Volamos durante varias horas hasta que finalmente terminamos de pasear. Llegué a mi casa y sin ganas entré allí, subí a mi cuarto y me acosté. Quería tirar todo por la borda hasta que escuché qué tocaban la ventana y ví a mi amiga entrar para charlar conmigo.

Heather: ¿Y? ¿Que pasó? ¿Todo bien?

Hipo: *Triste* Ni siquiera notó mi existencia. Parecía que no quería hablar conmigo.

  Ella me abrazó y me consoló. La verdad no sé si era muy sensible o fue peor de lo que recuerdo, pero eso me puso muy triste. Parecía que no existía, era como si estuviera enojada conmigo o algo.

Hipo: Tal vez no debí declararle mi amor. Esto fue un error.

Heather: Hipo... se te pone triste un olor rechazo, entonces significa que en realidad no la amabas.

  Lo que dijo era cierto, pero realmente estaba triste. Lo único que pude hacer fue levantarme secar mis lágrimas. Estuvimos varias horas hablando hasta que ella mencionó algo que estuvo organizando con sus amigos.

Hipo: Momento, momento ¿Estaban preparando eso a escondidas?

Heather: Si ¿Pasa algo?

  Tomé unos segundo ara pensarlo y lo decidí.

Hipo: Creo que... creo que iré con ustedes. Realmente necesito un cambio de aires.

Heather: *Emocionada* Así se habla. Vamos a divertirnos mucho.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora