Capítulo 4

5.5K 365 30
                                    

/Narra Hipo/
  Viaje en el aire por horas hasta que finalmente llegamos a una isla. Lo que me había atrapado me soltó de repente y yo, al caer al suelo, cerré mis ojos esperando lo peor. En eso siento algo húmedo y con olor a pescado podrido. Cuando abro mis ojos, veo que era Chimuelo. Ambos nos alegramos y jugamos por ahí. Teníamos toda una isla entera para nosotros mismos. Comimos, jugamos y dormimos.

  Al día siguiente comencé a pensar en mí padre y mi aldea. El debía estar enojado, frustrado y triste por lo que ocurrió. Tenía que volver, pero si me presentaba así como así, me iban a ver cómo un traidor.

  Chimuelo y yo volamos por un tiempo mientras pensaba en cómo volver. Como no se me ocurrió nada, solo divagué y me relajé en el lomo de mi dragón mientras que viajabamos sin rumbo.

  Desde el cielo logramos ver como asaltaban un barco con unos mercaderes siendo atacados y golpeados. Chimuelo y yo no lo dudamos y vencimos a los atacantes. Cómo agradecimiento, los mercaderes nos dieron comida y algunas cosas.

  Cuando cayó la noche, los dos fuimos a una isla desierta y allí dormimos.

  En parte estaba triste por no poder volver a mí hogar. Quería volver y abrazar a mi padre, hacer armas con Bocón y pasear con Chimuelo libremente. Sabía que eso no sería posible debido a la guerra que había entre ambas razas y me negaba a creer que esto era lo único que estaba destinado para todos nosotros.

  Al día siguiente, fui de pesca con mi amigo y comimos lo que capturamos. Cocí un poco el pescado y lo comí gustoso. Luego subí a Chimuelo nuevamente y juntos viajamos nuevamente sin rumbo.

  Íbamos explorando hasta que algo pareció afectarle a Chimuelo, no parecía el de siempre. Me guío hasta una isla rodeada por un banco de niebla. Estábamos siendo rodeados por otros dragones salvajes que llevaban consigo distintos tipos de alimentos. Yo me mantuve cerca de Chimuelo, no saqué brazos ni piernas en ningún momento.

  Cuando creí que todo había acabado ya estábamos dentro de un volcán y dentro de un hueco enorme, toda la comida era arrojada.

  Un Gronckel arrojo un pedazo de pez y luego se hizo presente un gran rugido. El dragón trató de escapar pero un gigantesco dragón apareció y se lo comió de un bocado.

  Horrorizado le pedí a mi compañero que nos sacara de allí. La bestia se percató de nuestra presencia y trató de comernos, causando así un escándalo en su nido.

  Llegué a Berk por suerte. Era de noche y llegué a la cala de antes. Pensé en una y mil formas para decirles a los demás de lo que ví, pero pude preveer cada situación y solo en una Chimuelo y yo no salíamos perjudicados.

  Fui al pueblo y luego de asegurarme de que nadie me viera, fui al Gran Salón y allí dibujé las coordenadas, las islas cercanas y todo lo necesario para llegar allí. Dibujé al dragón, todo lo que ví y algunas cosas más. Después me dirigí hacia a la cala, no sin antes ir a mi casa y ver a través de un hueco a mi padre. Parecía destrozado, y eso me hizo sentir culpable.

  Me fuí con Chimuelo y ambos emprendimos en vuelo y nos fuimos.

Cómo Entrenar A Tu Dragón (Una historia Diferente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora