Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]

Capítulo 46 ♡

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«―Un verdadero hombre da la cara y enfrenta las consecuencias»

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Micaela Gardner

No me siento muy cómoda yendo a hablar con Theo, para nada, pero es lo más necesario. Preferiría mil veces hablar primero con Josh, verlo un segundo más, estar consciente de que está bien y reclamarle todo lo que quiera, y después con él. Jamás imaginé que me sentiría tan deprimida al estar separada de Josh. Nunca me llegó pensar que estaría en esta situación.

Dejo salir todo el aire que tenía retenido. El taxi donde estoy montada mantiene una velocidad moderada, aunque yo quiero llegar más rápido para terminar con esto de una vez por todas. Theo no sabe que recuperé todos mis recuerdos del pasado, y espero sorprenderlo para ver cómo va a reaccionar ante eso. Sigo siendo la misma Micaela de hace unos días, pero ahora con pensamientos distintos y pocas motas de mi antigua personalidad.

Estoy cien por ciento segura que si Theo me hubiese contando toda la verdad antes de que yo misma lo hiciera, lo hubiera perdonado solo por un simple hecho: me contó la verdad, y habría dejado a un lado todo lo que me hizo en el pasado. Pero no, yo tengo dignidad, y lo que él me hizo en la temporada que viví en la preparatoria, no lo voy olvidar ni perdonar por nada del mundo.

Si tengo un gran resentimiento por Josh, ¡Josh! ¿Acaso no le voy a tener por él? Los recuerdos están muy frescos en mi memoria, y es muy gratificante ver como todos esos recuerdos se unen con otros y todo adquiere sentido. Theo me hizo mucho daño en la preparatoria, y me sorprende que yo me haya dejado manipular y humillar por una persona como lo es él. Así que detrás de todo esto, Theo me engañó desde el primer momento en que me vio.

En la fiesta aquella.

Dejo escapar, de nuevo, aire, en el instante que el conductor detiene el taxi en el restaurant donde lo cité. Le sonrío agradecida y bajo del carro con la mayor gracia posible. El mediodía, caluroso y húmedo, no es un buen clima para entrar a un lugar cerrado. Solo espero que esté el aire acondicionado encendido.

Suelto un gruñido a medida que mis pensamientos se tornan más molestos. En serio quiero tomar a Theo por cualquier parte de su cuerpo y matarlo a golpes, mordiscos, patadas, lo que sea, pero que se muera. Nunca en mi vida había sentido tanto odio por una persona, además, yo no soy de esas que viven con rencor en su corazón. Simplemente me acostumbré que todos mis familiares me mintieran, y con ese hecho pude ser feliz porque yo también les mentía.

Pero con Theo… menos mal que todavía mi antigua personalidad no se ha amoldado a la que utilicé por cinco años.

Entro al restaurant con pesimismo. Comienzo a buscar a Theo por todos lados, y lo diviso sentando en la mesa que está en el medio del restaurant, quieto, paciente, mirando su teléfono con desgana. Se le ve aburrido, pero a la vez, si no me equivoco, relativamente feliz. ¿A qué se deberá tanta felicidad?

Espero que no se esté haciendo falsas esperanzas.

―Theodore ―musito, sentándome al frente de él―. ¿Cómo estás?

Theo levanta la mirada y ensancha su sonrisa de una manera deslumbrante. Tomo una respiración profunda y disimulada, lo menos que quiero es que él se dé cuenta, antes de tiempo, que ya recordé todo. Tengo pensado decírselo de una forma en la que pueda entenderlo de inmediato, o que se note confundido y perdido.

―Bien, ¿y tú? ―preguntó con cierto tono maravillado―. Me sorprendió mucho que me llamaras. Hace mucho tiempo que no sé nada de ti, lo último que supe es que estabas de novia con Josh. ¿Eso es verdad?