Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]

Capítulo 35 ♡ - Segunda Parte

El capítulo es larguis, leelo con calma e intenta entender lo que pretendía escribir. ¡Disfrutaos!

SIN EDITAR

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«―Todos pasamos por esa etapa de la vida. En la que uno siente que el mundo se está desmoronando y no puedes hacer nada.»

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Parpadeó repetidamente como si no entendiera lo que salía de mi boca. Una fuerte corriente de brisa me hizo perder el equilibro unos segundos, pero Josh fue más rápido y me sostuvo antes de caerme. Siento que estoy estropeando el vestido, que estoy estropeando todo lo que todo. ¿A Josh? Sin duda alguna.

Me aparté de su cuerpo y crucé mis brazos en el pecho en un gesto de protección. Bajé también la mirada, tragando el nudo en mi garganta y el impulso de negar todo lo que dije para poder estar feliz. No me hace nada bien tener que renunciar a mi trabajo, a la empresa, al primer lugar que pude usar como excusa para salir de casa, para no estar más encerrada. Es increíble como pude ser capaz de soltar esas palabras.

―¿Estás hablando en serio? ―preguntó Josh, frunciendo el ceño.

Asiento y sorbo mi nariz silenciosamente, apenas hice un pequeño movimiento al hacer eso. La reciente brisa fría seguía haciendo su camino, por ende mi cabello tapaba mi rostro y todas mis dudas. Tenía que decirlo, me repito, tenía que hacerlo para que nuestra relación surja sin necesidad de que yo salga dañada.

―Es lo mejor, Josh ―afirmé―. Es lo mejor para los dos. Yo no  voy a poder soportar todos esos comentarios en la empresa, mejor ahórrame eso y no hagas tanto drama. Es lo único que te pido.

Él lució genuinamente confundido.

―Yo también lo pensé ―admitió, sorprendiéndome―. Pero no quiero que te vayas de la empresa, debe haber alguna forma que nos pueda…

Desvío la mirada de su cara, a mis tacones. Tengo la tentación de negar mientras río, mientras le digo que no hay ninguna forma para que yo trabaje allí con él. Ya mi momento de secretaria se acabó, se acabó en el momento que elegí ser su novia, en el momento  que acepté venir a esta fiesta sin pensar en lo que estamos metido. Y lo peor de todo es que no me voy de la empresa como alguien que hizo bien su trabajo, sino como la chica que engatusó al presidente en menos de dos meses.

Porque todas las personas buscan los defectos de los demás para restregarle la mierda que son. Como si eso fuera a aligerar lo mierda que son ellos.

―No hay ninguna alternativa ―interrumpí con la voz firme, segura de mi misma―. Esto es lo mejor y lo sabes. Si me tienes algo de aprecio o piensas en mi bien, despídeme, sácame de esa empresa y no me hagas sufrir los comentarios hirientes, por favor.

Parpadeo unas cuantas veces en un intento de espantar las lágrimas que yacen en mis parpados. Me arden los ojos, el nudo ahora es más fastidioso y me cuesta un montón respirar. No sé por qué me afecta tanto, ni porque tengo ganas de llorar hasta que todo el escándalo de la relación quede en el olvido con otro escándalo.

Josh miró detrás de mi hombro, donde se supone que está Erika, donde se supone que está el resto de mi familia. Pero no está nadie, lo más probable es que Erika se quede viendo la novela con mi madre, o un partido con mi padre. Igualmente no me importa nada en este momento. Solo puedo pensar y pensar sin cesar…

―Está bien ―aceptó Josh, solté un suspiro de alivio―. Y sí, tienes razón: todo esto te va a afectar más a ti que a mí. Aunque quiero que quede algo muy claro: yo no te aprecio, Mica. Yo te quiero y no sé ni cómo ni cuándo pasó.