Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]

Capítulo 27 ♡

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«―Tú no conoces la fuerza de una mujer dolida.»

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Josh me agarró por los hombros y me levantó de inmediato, en el momento exacto que la chica traía nuestro pedido. No pude ni siquiera hablar cuando ya me estaba empujando para salir de la cafetería. No entendía nada, solo dejé que me llevara, aunque estaba poniendo un poquito de fuerza para pedirle explicación.

Obviamente no me dijo nada, con una insistencia innecesaria, seguía empujando mi cuerpo y miraba hacia atrás repetitivamente como asegurándose que lo cosa o personas que él vio no se dé cuenta de nuestra huida. Bueno, de su huida exactamente, porque yo solo quería tomar mi té para relajarme.

―Josh… ¿Qué…? ―intenté decir pero me interrumpió.

Puso dos de sus dedos en mis labios, callándome. Allí si fruncí mi ceño como quien no entendía nada, estaba perdida, completamente perdida. Su comportamiento daba mucho que desear y quería muchas respuestas en estos momentos.

Traté de empujarlo y ver lo que cambió drásticamente su expresión, pero no me dejaba. Seguía empujándome y su respiración salía entrecortada, asustada, angustiada… desesperada. A algo le tiene miedo, esa persona removió una parte en su interior que lo puso de esa forma. Una forma que a mí no me gusta.

―¡Josh! ¡¿Qué te pasa?! ―grité, más bien chillé tratando de no llamar tanto la atención de los demás―. ¡Contéstame!

Es completamente absurdo lo que está ocurriendo, hace unos minutos estaba del todo juguetón y ahora pareciera como si intentara protegerme o protegernos de un peligro incierto a mi punto de vista. Enserio, quería entenderlo, pero él no deja ni siquiera hacerme pensar con claridad y poner cada neurona en su lugar y poder hablar con coherencia. Él solo estaba alejado del mundo exterior, y lo único que hacia es ponerse cada vez más desesperado.

Josh, sin perder el movimiento de sus agiles piernas, se acercó a mi oído. Y con una voz que jamás le escuché, me dijo:

―¡¿Puedes, coño, ir más rápido?!

Harta de todo esto, lo alejé de mí con todas mis fuerzas, apenas él se movió unos pasos atrás pero fueron los suficientes para que al menos  pudiera girar mi cuerpo y ver la dirección donde esta esa persona. Igualmente, Josh no dudó un momento y alcancé a ver solamente, por el rabillo de mi ojo, a una mujer con el pelo chino, antes de que él agarrara mi barbilla y no pudiera observar más.

Ahora si dejé de poner resistencia y caminé por mi cuenta. No vi mucho, la figura de esa mujer fue solo un borro y lo único que resaltaba era su despampanante cabello, del resto, por culpa de Josh, solo fue una sombra extraña.

―¿Puedes explicarme que te pasa? ―le reproché de inmediato, apenas salimos de la cafetería―. Nunca te habías comportado asi, ¿Quién era esa mujer?

No me prestó atención.

Sobra decir que no me dijo nada y ni siquiera dirigió alguna miradita para ver como estaba, no. Se limitó absolutamente en agarrarme la mano y llevarme lejos del hospital. Quería decirle que me llevara a la sala de espera para poder visitar a Erika, pero no me salían las palabras. De cierta forma, Josh, tiene algún poder sobre mí.

Y sinceramente me gusta, hace que no me sienta insegura y hace sacar una versión de mí que no sabía que existía, y ahora está desbordándose cuando él esta cera. Pero también me enoja cuando se vuelve un idiota mandamás y no me deja tomar mis propias decisiones. A todos nos gusta ser libre e independiente y Josh, terriblemente, desconoce ese significado en otras personas.