Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]

Capítulo 8 ♡

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«―Estamos en la cima, pero nos falta mucho por subir»

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Josh Kozlow.

Reviso los documentos que me dieron por correo y los ojeos, leyendo todo y observar si hay algún detalle incorrecto.

El olor a limón y mi perfume inunda el carro, que va a una velocidad considerable. El problema es que quiero llegar temprano, sé que no tengo ninguna reunión pendiente en la mañana asi que tengo varias horas libres. Mi impaciencia tiene un nombre y apellido:

Micaela Gardner.

No puedo creer que le haya vuelto a ver.

Es una mujer muy hermosa, esa palabra es mediocre definiéndola. Es exquisita, Afrodita, es como una Coca-Cola en medio del desierto. Un poco insegura y tímida, creo que es eso lo que más llama la atención. Como una inocente perversión.

Doug conduce como el buen maestro que contrate para este servicio. Es un experto tratándose de cualquier vehículo sea  chatarras, último modelo, gandolas, tanques, sea lo que sea e lo conduce como un profesional.

Y eso es lo que quiero, gente profesional y buena en lo que hace.

―Ya estamos llegando, señor―me dice mirándome por el espejo retrovisor.

Levanto la mirada de la laptop y enarco una ceja con molestia.

―¿Qué he dicho?―digo con los dientes apretados.

―Lo siento, Josh.

Cierro de golpe la laptop y acomodo mi corbata, desalojándola un poco pensando en cómo quedó la remodelación de la empresa. No fue la gran cosa, pero es importante la opinión de ella.

Mi teléfono vibra en mi chaqueta, tres segundos después empieza la melodía tranquilizante y relajante. Este tono solo significa una cosa y es mi madre, no tengo ganas de responderle, pero sé que me voy a llevar el sermón más grande de mi vida si no lo hago. Atiendo la llamada a regañadientes.

―¿Madre?

―Sí, solo recordándote la cena que hay hoy en la casa de los Burtterly―responde con su tono amargo y cargado de veneno.

Ni un hola.

―No creo que vaya.

―Tienes la obligación de asistir, tu padre ya habló y te quiere allá.

―Acaso él me manda―gruño.

―Debes dirigirte hacia el con más respeto―espeta―, gracias a él es que tienes la fama que hoy disfrutas. No debes ser desconsiderado.

La rabia me cegó por unos segundos pero contuve a decir alguna grosería.

―Yo no le pedí el favor―musito.

―Lo hizo con mucho cariño y no te ha cobrado nada―sisea molesta. Aprieto mi mano formándola en un puño―. Lo mínimo que puedes hacer es ir y mostrar buena imagen a la familia.

―Claro, si de eso se trata, ¿no? Solo la reputación de la familia Kozlow.

―No voy a discutir sobre esto, vas  a ir quieras o no.

―Tu no me mandas―cuelgo.

La cólera invadió mi cuerpo por completo. A veces pienso si esa arpía de dio la vida porque quiso o fue por obligación. Nunca he tenido alguna muestra de cariño por parte de ella, solo se encargaba de tener una buena imagen y ser la más envidiada por todas. Su mundo de aristocracia me repugna, ¿en serio pude viví dieciocho años con esa mujer que solo piensa en si misma? No tiene ninguna pizca de consideración con Sue, está en una etapa difícil de su vida y solo recibe rechazo por parte de ambos. Quiero llevármela a mi apartamento y que viva conmigo.