Capítulo 40 ♡

161 26 0
                                    

♡♡♡

«―Ya no voy a permitir que estés con nadie más, solo conmigo»

♡♡♡

Micaela Gardner

Nunca he estado tan segura en mi vida.

Estoy en esa parte de tu vida donde no piensas con claridad, pero aun así sabes lo que estás haciendo sin sentir algún ápice de arrepentimiento. Tengo la mente nublada, llena de líos hormonales. Mi mente, mientras Josh sigue besando mis labios con vehemencia, me transporta a miles de lugares que implican lo que estoy haciendo ahora. No me importa nada, ¿Qué más da? Fui yo quien impulsó romper y acabar de una vez por todas todo lo que llevamos acumulado.

Es que la tensión sexual entre nosotros, era más fuerte que un huracán con vientos de 300 km h. No tenía límites y cada vez que podía nos impulsaba a cometer esas cosas lujuriosas, con la mentalidad perversa.

Tal vez es muy apresurado a dar este paso, pero ya no se podía ocultar la corriente invisible que nos obligaba a acercarnos, con el simple hecho de devorarnos como unos hambrientos. Admito que yo intenté con todas mis fuerzas ocultar este sentimiento y necesidad de verlo desnudo. Lo intenté y puedo jurarlo, pero lamentablemente no se podía. Era como si intentara cambiar la rotación de la tierra al lado contrario.

En pocas palabras: imposible.

Siento unas de sus manos transcurrir desde mi cadera, hasta mi mejilla, y profundizar más su beso. No era una experta besando, ni tampoco sé las técnicas necesarias para poder estar al mismo tiempo que Josh. Internamente agradezco que Erika me haya obligado a ver esos videos sin ninguna gracia (porque enserio no entiendo como una persona se puede excitar viendo a otra persona teniendo sexo) y ordenado leer libros subidos de tono. Avergonzadamente, admito que preferí los libros ya que allí se puedo saber con más exactitud cómo se siente la persona.

Y siempre, siempre, nombran las palabras «húmeda» o «mojada y dispuesta» ¿y quieren saber cómo estoy ahorita? Pues… el titanic nadaría sin problemas si mi órgano productivo fuese más grande.

Josh se separa con lentitud, pero mantiene su frente pegada a la mía. Su aliento choca en mis labios y vuelve a crecer el deseo de que vuelva a besarme y que me deje sin aliento. Sus manos hacen el mismo recorrido de unos minutos y se posa en mi cintura, contemplo como sus enormes manos me aprietan y en un ágil movimiento no tengo ningún milímetro de separación con Josh. Percibo algo abultado en mi vientre. Me pongo roja al saber que es.

―¿Estas segura que quieres hacerlo? ―preguntó, aunque claramente noté el tono anhelante en su voz.

Mas completamente segura no puedo estar.

Asiento con la respiración agitada, y él, descaradamente, vuelve a apretarme con esa zona abultada haciendo que un suspiro se escape de mis labios. Ni siquiera hago el amago de taparme la boca por el sonido tan vergonzoso que salió de mis labios. Porque a) no es necesario retenerme al placer que siento, b) no hay nadie en el apartamento y c) que se vaya a la mierda todo el mundo.

Solo somos Josh y yo, y nadie más.

―¿Me ves dudando? ―respondí en una pregunta.

Él sonríe abiertamente, robándome por completo el aliento y la poca y nula cordura que me queda.

―Por lo que veo ―empezó a decir, tomando el borde de mi camiseta y quitándomela por la cabeza. El frio de la habitación, y la piel ardiente de Josh hace que el contraste fuera tan suculento como si estuviera comiendo ostras. La tenue luz del sol que iluminaba el cuarto resplandecía el escultural cuerpo de Josh, provocando sombras en las partes indicadas― estas meramente segura. Y ¿sabes lo que es significa?

Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]Kde žijí příběhy. Začni objevovat