Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]

Capítulo 13 ♡

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«―Deja que tus labios recuerden la sensación de un beso»

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La luz del sol se filtró por los ventanales. Y exactamente uno impactó en mi cara despertándome por completo. No quiero ni verme para comprobar lo hinchada que puede estar mi cara, ¿uno no puede despertarse de manera bonita? ¿Asi como toda una princesa de cuento de hada?

Abro un ojo y maldigo en un susurro. Abro el otro y por unos segundos me siento desorbitada y perdida del mundo. Luego frotó mis pies en la sueva sabana y gimo, después me incorporo y gruño.

La habitación se encuentra iluminada por los rayos del sol, creo que Josh debería de mandar a poner cortinas en estos ventanales. Asi poder dormir más, porque si con esto el intenta impresionar a una mujer esa saldrá corriendo.

Desde la cama puedo ver a las personas en la playa. Como juegan y se bromean entre sí, me imagine a mí jugando en la arena. Tengo tiempo sin ir, según se desde que sufrí el accidente no he podido viajar a otros lugares que no sea mi cuidad, siento y presiento que todo eso es inventado por mis padres para no dejarme salir.

Tocan la puerta tres veces, de manera súbita volteo mi cabeza hasta el punto de que el cuello me truene horrorosamente. Por mi mente paso haberme matado yo misma.

―¡Pase!―Grite y me incorpore de la cama justo al mismo tiempo que abrían.

La vergüenza cubrió cada parte de mi cuerpo.

Quería que me tragara la tierra lejos del mundo, lejos de cierta persona que se encuentra a mi lado. Esta guapísimo con su bermuda y su camisa blanca, su cabello salvajemente desordenado le daba un toque genuino a su porte. La vergüenza no me vino porque me vio, sino porque estoy muy infantil para mi gusto. Llevo un short de pijama de My Little Pony y una camisa igual, contando lo desastrosa que esta mi cabello y lo hinchada de mi cara. Cuando me despierto parezco la propia muerta viviente.

Que desastre.

Me observó de pies a cabeza, mi cuerpo se paralizó asi que aunque intentaba mover  cualquier musculo no podía. Ni el meñique, estoy en una etapa de trance y deseo salir lo más pronto de ella, no puedo tener el ataque de ansiedad ahora.

―¿Hola?―saludó.

Lo imito. ―Buenos días.

―Te venía a despertar para que fueras a desayunar―informa.

Asiento. El también.

―Ok… bueno, déjame vestirme y ya bajo―dije con las voz rota, pero mi jefe no se movió. De hecho, solo se quedó allí con una sonrisa―, ¿Qué te parece tan gracioso?

Cada vez se me hace fácil hablarle de tu, siento que es un avance para nuestra relación estrictamente laboral.

Josh solo niega y hace el ademan de retirarse, pero se detiene y sonríe más ampliamente.―Se me ocurrió una idea.

Frunzo el entrecejo y camino un poco. Josh alza su mano y me hace una seña para que me detenga. Confusa, me detengo, pensando y analizando cualquier cosa que el pudiera hacerme, no lo creo capaz pero aquí se puede valer todo.

Josh mete su mano libre en el bolsillo trasero de su short y me tranquiliza con la  mirada. Si supiera que no estoy tranquila y lo único que quiero estar es presentable para no morir de vergüenza, pero el con su sonrisa jodidamente perfecta y su cuerpo detallándose por la tela me hacer sentir muy incómoda y con ganas de abalanzarme encima de él.