Nadie Como Tú © [COMPLETA✔]

Capítulo 5 ♡

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«—Disfruta todo lo que puedas que puedas, la vida es corta e impredecible.»

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No puede ser cierto.

Esto no me puede estar pasando a mí.

—S-Señor Kozlow— jadeo.

Pestañeé como la propia estúpida, ¿ese era él? Sus pantalones cortos color negro, la sudadera  que se amoldaba a su perfecto cuerpo. Los zapatos deportivos, sus ojos achocolatados y su cabello despeinado era una vista propia de admirar.

Si con su traje formal se ve hermoso, informal hace que todo mi cuerpo responda.

Es imposible que este aquí por mí. Primero porque no sabe cuál es la dirección de mi casa, ¿o sí? bueno, creo que el al ser el jefe tiene todo el expediente y documentos ¿o esa información no la tiene el de recursos humanos? Da igual, sea lo que sea. Segundo, es irónico que haya pasado por mi casa para saludar, aunque el comportamiento suyo dio mucho de qué hablar. La mirada que me lanzaba, sus sonrisas, el brillo en sus ojos, su postura relajada cuando cerca de mí. Siento que lo conozco, no sé de dónde pero lo conozco.

Me tiemblan las manos, mi corazón martillea fuertemente en mis costillas y la gota de sudor resbalo por toda mi nuca, igual como la primera vez que lo vi en persona. Sufro la misma reacción y es muy vergonzoso.

Dean se puso rígido. Creí que su mandíbula se quebraría por la fuerza en la que la apretaba. Sus manos quedaron en puños, fuerte, sus nudillos tornándose de un color rosa pálido por la fuerza que está utilizando.

Erika quedó boquiabierta, recelosa y molesta de alguna forma. No entiendo nada y odio mucho cuando se comportan de esta manera sin decirme nada, como si me ocultaran algo.

Eso es lo que está pasando.

Me están ocultando cosas.

Josh reacciono unos minutos después:

—Buenas noches, Micaela— su voz formal y fuerte hizo que casi colapsara. No es posible que me comporte de esta manera cuando lo vi ayer y estuve de lo más natural e inmune a su belleza.

Pero hoy parece despreocupado y relajado. Un combinación muy capaz de ponerlo más perfecto de lo que es.

Esperó mi respuesta. Sonriéndome y mirando disimuladamente el vestido que me presto mí amiga. En su mano izquierda sostenía una cuerda, seguí mi vista por ella y me topé con un hermoso perro blanco. Una masa de pelo blanco y gris. Me parece mucho a un lobo, sus ojos negros relucían magníficamente en la oscuridad de la calle y la luz tenue de las lámparas.

Carraspeé nerviosa.

—¿Qué lo hace por acá?—Mi pregunta se lo tomo muy divertido.

Yo estoy muy nerviosa.

Erika dejó su estado de Shock y le tendió su mano educadamente.

—Sr. Kozlow.

Asintió en modo de saludo.

—Erika.

Su tono era amigable y capaz de apaciguar mi nerviosismo. No se alteró por mi actitud, ni siquiera frunció el entrecejo con desconcierto. Su tranquilidad no ayuda para nada.

¿Por qué me comporto asi?

—No sabias que vivías aquí—admite—, tu dirección apunta a otra casa.

Vale, tiene razón. Di la dirección de la casa de Erika por mandato de mi madre, tiene mucha desconfianza con la gente. Apenas puede entrar Erika y Dean. Con Ezequiel no se muestra tan libertina y odio eso, a mi amigo yo lo considero casi un hermano. Bruce tuvo un tiempo que estuvo celoso de él, pero tienen que entenderme. Perdí la memoria y Ezequiel fue el único que no formo parte de mi antigua vida.