Capítulo 48

7.2K 629 56
                                    


Matthew, a diferencia de Yoongi, conduce con más precaución y eso hace que los quince minutos que toma llegar hasta el hospital, se transformen en casi el doble. Suerte para mi, otro paciente de la doctora Mills sufre un colapso nervioso justo en el momento de mi cita y ésta se retrasa durante unos minutos. 

Un chico de unos veinte y tantos años totalmente aterrado, llorando y agitado, le dice a la doctora antes de entrar en su consultorio, que alguien viene por él. «Por favor, haga que me deje en paz. Escóndame...» son las palabras que logro escuchar antes de que ella lo haga pasar y cierre la puerta detrás de él. 

No lo conozco, no tengo idea de quién es, sin embargo, no es necesario que sepa. El terror en su voz y su desesperado ruego hacen que una angustiosa tristeza se instale repentinamente en mi pecho y sienta lástima por él. Daría lo que fuera por hacer que mi demonio también me dejara en paz. Quisiera esconderme en un lugar donde nunca podría encontrarme. No me importa si es un agujero negro en lo más profundo del mundo; con tal de no volver a escucharla, haría lo que sea. 

Pero, ¿cómo esconderme de algo que sólo está presente en mi mente? 

La respuesta: no se puede. Lo único que puedes hacer es pretender que todo está bien. Fingir alegres risas, radiantes sonrisas, disfrazar el dolor que sientes por dentro y obligarte a respirar a través de ese nudo que atraviesa tu garganta. Evitar ver a las personas a los ojos por demasiado tiempo, ya que la tristeza que se refleja en tu mirada podría delatarte sin problema. Aparentar estar bien hasta que finalmente te rindes. Puede que no de repente pero, las fuerzas que utilizas para armar y mantener esa imagen de "soy una persona feliz" se van agotando gradualmente, sin que te percates de ello. Y, ¿cuál sería el resultado? 

Para esa pregunta sí se me ocurren unas cuantas respuestas...

—Pobre chico —balbucea Matthew con empatía—. Espero que la doctora no se tarde demasiado con él. 

No creo que vaya a tardar unos pocos minutos. La imagen de aquél chico desbordado y la mirada tranquila y profesional de la doctora, algunos dirían que fría y vacía, yo digo que ya está acostumbrada a esta clase de escenas, me hace pensar que tiene un arduo y prolongado trabajo extra que no tenía en sus planes. Y nosotros, una ardua y prolongada espera imprevista.

Matthew no es mala compañía en lo absoluto. Es buena persona y simpático, no obstante, recuerdo el ofrecimiento que Yoongi hizo esta mañana sobre traerme él y de verdad me gustaría que hubiese sido así. Si estuviera aquí conmigo, tal vez podría distraerme de la misma forma que lo hace con esa voz, y así, dejar de reproducir la imagen de aquel chico en mi cabeza, pidiendo una ayuda que nadie puede darle. 

Me pregunto qué pudo haberle dicho Ann para haber cambiado su humor tan radicalmente. Una pregunta me lleva a la otra y pronto, mi cabeza se llena de ellas. Como por ejemplo, ¿por qué no puede dormir por las noches?, ¿quién es esa mujer con la que me comparó?, ¿por qué vive con su tía en lugar de vivir con sus padres? He visto a Matthew hablar con los suyos en varias ocasiones, sin embargo, a Yoongi no lo escuché mencionarlos ni siquiera una vez. 

—Matthew, ¿puedo preguntarte algo? —mi curiosidad clama por un poco de información. 

—Claro.     

—¿Desde hace cuánto tiempo conoces a Yoongi? 

Se toma unos segundos para pensarlo. 

—Hace casi diez años. La hermana de Louis me adoptó y a las dos semanas, recuerdo que me había llevado de visita a la casa de su hermano para conocerlo a él y a su esposa, cuando también conocí a Yoongi. Como mi madre no me había dicho nada, al principio creí que era el hijo de ambos —explica con una sonrisa nerviosa—. ¿Por qué?

|| Damaged || Suga ||Where stories live. Discover now