|| Damaged || Suga ||

Capítulo 33

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—Lamento decepcionarte pero no soy lo suficientemente estúpida como para caer en tu juego —aparto su mano de un movimiento rápido.

—¿Por qué no puedes creer cuando te digo que no soy como los demás?  —pregunta Luke con una mezcla de tristeza y enojo.

—Porque las palabras no tienen ningún valor.

Salvo ésas que, cada vez que las escucho, son como filosos cuchillos tajeando mi piel. 

Es como perder el sentido, aunque aún puedo sentir con precisión cada sensación que mi cuerpo experimenta por primera vez. Es como si me dieran un choque eléctrico con un desfribilador; mis latidos se aceleran, mi cuerpo se debilita y mi respiración me abandona porque mi cerebro se olvida de esa llevar a cabo esa función innata por estar sumido en sentir y deleitarse con ese placentero toque y sabor de sus labios. No creo haber sentido algo así antes; se asemeja a comer tu comida favorita cuando estás súper hambriento o poder recostarte en tu cama luego de un día largo y agotador. No sé de que otra manera explicarlo. 

Tengo miedo de la repentina debilidad que se apodera de mi y también de no querer que se detenga, que continúe presionando sus labios contra los míos, acariciando levemente mi mejilla con su mano y posando su otra mano sobre la mía.

—¿Ahora me crees? —pregunta. Rompe el beso, sin embargo la sensación persiste y crece sin control cuando me mira directamente a los ojos.

No puedo pensar con lucidez pero, aunque pudiera hacerlo, me robó hasta el habla.

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Sal de allí adentro, sal de mi cabeza. Mientras más me esfuerzo en querer olvidar todo lo relacionado con Luke, Yoongi parece darse cuenta, redobla la apuesta y hace que no pueda dejar de pensar en el que creí que de verdad me quería. ¿Por qué hace esto conmigo? Con tan poco, hace que mis peores recuerdos vuelvan a la luz, así de la nada.

Esa sonrisa de satisfacción y su risa expresiva, la expresión de felicidad auténtica de su rostro era prueba suficiente para saber que lo estaba disfrutando. Yoongi no es alguien muy complicado de descifrar; vive la vida sin importarle una mierda los demás y así parece pasarla bien. No le importa si ofende a alguien con su modo de hablar, si molesta a alguien con su actitud o si hiere a alguien por haber jugado con sus sentimientos.

Esa es la única forma de sentir algo de felicidad que tiene alguien como yo, sin embargo, mi problema es que vivo dándole importancia a absolutamente todo lo que ocurre en mi vida y por eso me enojo, entristezco, odio, lloro, hago daño.

No siento nada bueno.

A veces tengo miedo de las cosas que pienso y siento. Son tan intensas y manipuladoras, que hacen que también sienta miedo de lo que puedo llegar a ser capaz de hacer estando bajo su influencia; hacer daño, a mi misma y a otros, como hice con Yoongi. Y lo peor de todo, es que me gusta esa inigualable sensación de ser yo quien tiene el control.

* * *

En el instante en que Namjoon me ve con la muñeca vendada, intenta mandarme de nuevo a casa y darme el día libre, pero insisto en quedarme. Probablemente Yoongi no esté en la casa pero no quiero arriesgarme porque estando cerca de él, sólo pienso en cosas que me hacen daño; aunque si me concentro un momento, vuelvo a sentir los movimientos de sus labios sobre los míos. Son tan reales que aún me parece tener mis labios húmedos con su saliva y su aliento rebotando contra mi boca. 

Basta, no fue nada. Esto es estúpido. No, no, no; yo soy la estúpida. Sé como él, que no te importe nada Hazel. De ese modo será todo mejor.