|| Damaged || Suga ||

Capítulo 11

"Hazel, despierta" Yoongi palmea mi hombro. Me acomodo en el asiento y mi cabeza parece que se va a partir en dos y mi garganta está seca y adolorida. Al ver el frente de la casa, no necesito preguntar dónde estamos y tampoco voy a preguntar por qué me trajo de regreso.

"¿Vas a bajar?" me pregunta luego de desabrocharse el cinturón de seguridad. "Puedes quedarte a dormir en el auto si quieres, pero te costará cien dólares la noche."

"Es un auto, no un hotel de cinco de estrellas" digo y me quito el cinturón de seguridad. Hablar me razpa la garganta y toso para quitarme esa horrible sensación. Cuando estamos parados a los costados del vehículo, su celular empieza a sonar y el ruido hace que Ann salga a la puerta principal y, detrás de ella, lo hace Louis.

"Tuve un problema pero ya voy. No me jodas, te digo que ya voy" se aleja unos metros para contestar la llamada pero puedo escucharlo igual. Con razón me dijo que si me volvía a Inglaterra, le estaría haciendo un favor a todos; en especial a él parece. 

"Hazel, cariño, ¿estás bien?" Ann me abraza y Louis se queda parado en la escalera de la entrada mientras nos observa un tanto incómodo y no sabría distinguir que otro sentimiento más refleja su rostro.

"Es tu padre, es el único que tienes", "deberías aprovecharlo ahora que está contigo" todo lo que dijo Yoongi hace un rato se repite en mi cabeza como un golpeteo continuo mientras más observo al hombre del cual sentí la necesidad de alejarme esta tarde. 

"Estoy bien" contesto su pregunta y la aparto de mi disimuladamente. 

"Ven, vayamos adentro" me rodea los hombros con sus manos delicadas y me conduce al interior de la casa. Al llegar a donde está parado Louis, éste se hace a un lado y nos deja el camino libre. Una luz acentúa nuestras siluetas en el piso de la sala y cuando volteo a ver de dónde viene, el jeep de Yoongi se aleja a toda velocidad. Siento como si fuése un paquete que acaba de entregar a sus tíos y hasta puedo sentir lo satisfecho que está por haberse deshecho de mi. Si mal no recuerdo dijo que podría estar en tremenda fiesta si no estuviese conmigo, asi que supongo que es allí a donde va.

"Louis, trae un poco de agua, ¿quieres?" le pide Ann con amabilidad una vez que estamos los tres adentro. Debe haber notado, por lo poco que hablé, que tengo la garganta seca.

"¿Y Matthew? ¿Aún no regresa?" pregunto antes de que ella diga algo sobre Louis y yo. Es un tema inevitable, lo sé, pero si puedo evitarlo o retrasarlo, lo haré.

"Regresará mañana" me responde con una sonrisa. A los pocos segundos, Louis regresa con un vaso de agua fría y me lo acerca.

"Ten" lo tomo y dejo que el frío recorra mis cuerdas vocales y las refresque, aliviando el dolor un poco. En el momento no pensé que estaba gritando tan fuerte, pero ahora me doy cuenta de que si.

Aunque la relación tensa e incómoda es entre Louis y yo, Ann parece sentirse extrañamente más afectada que nosotros dos. No deja de intercalar su mirada entre él y yo mientras juega con sus manos sobre su regazo.

"Debes haberte sorprendido cuando lo viste entrar, ¿verdad?" sonríe pero es evidente que está más nerviosa que su esposo o que yo. Pues obviamente sí estaba sorprendida, dijo que volvería el martes recién, o sea, mañana.

"Debí haber llamado y avisado" agrega él, dirigiéndose a Ann.

"¿Debí? Claro que debiste" le susurra ella entre dientes y se vuelve hacia mi con una sonrisa compasiva. Bebo otro sorbo de agua para disimular lo incómoda que me hace sentir esta situación; debería ser él quien estuviese hablando, no Ann.