212. Camila

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Camila. 13 años.

Hola, me llamo Camila y tengo trece años.

Todo comenzó cuando entré en la primaria, era un nueva en uno de los colegios más caros en la ciudad, yo, en el kinder, estudiaba en un pequeño pueblo, al entrar en la primaria, como solo era de mujeres, comenzaron los problemas...

Era un colegio donde se estudiaba tanto el alemán, como el inglés, principalmente, el alemán, todas ahí eran viejas compañeras de estudio ya que habían estudiado también en el kinder de ese colegio.

Yo era la única que no tenía amigos, traté de juntarme con una chica llamada Maria José. Todo era bien, podía confiar en ellas y congeniábamos tranquilamente tanto en la clase, como en el receso. Pero luego surgieron los problemas cuando su mejor amiga, Maria José (habían como tres Maria José en la clase), comenzó a decirme que yo tenía la culpa de que ellas se habían separado, poco tiempo después, comenzaron a rechazarme, y así dejé de rogarles que fuesen mis amigas.

Después de un tiempo, comencé a juntarme con una chicha llamada Hanna, ella no me criticaba por mi sobrepeso ni nada parecido, de hecho, me ayudaba y me hacía sentirme protegida, de algún modo. Esa amistad, al igual que las otras, duró demasiado poco.

En segundo grado de primaria, todo había empeorado, había una chica llamada Samantha, ella era una de las populares, en aquel entonces, y como estaba de moda Miley Cyrus, yo había comprado mi mochila y eso de ella, al igual que Samantha, comenzó a molestarme y a decirme que eso no era original, y bajó mi autoestima por completo.

Como mi papá no tenía una posición económica estable, no podía comprarme algunas cosas que estaban de moda, como los libros de Monster High y demás, así que la mayoría de ellas me presumía directamente lo que tenían y lo que yo no tenía.

Poco tiempo después, me compraron un álbum de figuritas, cuando lo llevé al colegio, todas se me apegaron y comenzaron a decirme que querían ser mis amigas, en especial, Samantha, yo accedí a ser su amiga, cegada de todo y lo fuimos, pero nuestra amistad no solo era para acompañarnos en el receso e ir a ambas casas, ella, cada vez que yo traía algo bonito, me chantajeaba diciéndome que si no le daba algunas cosas, dejaría de ser mi amiga, y yo, por miedo a que eso pase, accedía y le daba.

Esa amistad sí duró, por más que yo no quisiera.

En la movilidad también todas las que iban me molestaban ya sea por mi sobrepeso o trataban de buscar cualquier cosa o defecto para hacerlo.

El año siguiente me cambiaron de escuela por la situación económica en la que estaba mi familia y volví al pequeño pueblo donde crecí, allí la gente era más despierta y activa que donde yo estaba. Eran más... vivos, de alguna manera. Y yo era ingenua y fácil de manipular.

Todo ese año, la gente me molestaba y rechazaba. En los años siguientes, logré adaptarme a todo, y recientemente, me cambiaron de escuela de nuevo, para la secundaria, claro.

Pero conservo mi miedo al rechazo y es imposible sacármelo, necesito consejos para dejar ese miedo de lado, por favor.

Cuídense y gracias por haberse tomado el tiempo de leer ésto.

BULLYING STOPS HEREWhere stories live. Discover now