117. Paola

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Paola. 16 años.

Me llamo Paola Moncayo, tengo 16 años y soy de Ecuador. Mi pesadilla comenzó hace 8 años cuando yo estaba en el quinto año de preparatoria. Para ese tiempo yo me había mudado de ciudad porque mis papás se habían separado y estaba empezando "una nueva vida".

Al principio no era nada fuera de lo normal, los profesores me hacían presentar al frente del curso y me preguntaban cosas sobre mi. Al cabo de unos meses, me empezaron a poner apodos: cuy, rata, paisana, chola, entre otros. Y yo no les tomaba importancia, después empezaron a ser más direct@s conmigo y me decían en la cara: fea, gorda, fofa, muérete, malformación viviente...

Me dolía cada cosa y cada burla que me decían pero yo siempre mostraba una sonrisa, las burlas empezaron a crecer y los profesores no hicieron nada por solucionarlo. Lloraba todos los días en mi habitación, pero lo hacía cuando el resto de mi familia estaba fuera de casa. Me sentía cada vez peor y eso me dolía como si fuera una herida recién hecha.

Mi mamá decidió cambiarme de colegio cuando termine la primaria y me matriculó en otro colegio de monjas, decidí que iba a empezar de cero mi vida de nuevo y que está vez iba a tener un muro delante de mi corazón y de mi mente para que nada me lastime. Pero de nuevo me equivoque. Pasó el primer año de secundaria y yo no tenía amigas para nada, todas me excluían y me evitaban en otro momento, al segundo año fue distinto y eso era porque ya no eran todas las chicas las que me hacían daño, esta vez era una sola chica y se llama Valeria Jaramillo, ella trajo a mi mente recuerdos y apodos que solían ponerme en mi anterior colegio, empezó a decirme "cuy" y eso causó que todas me llamen así y no por mi nombre, empecé a sentirme mal de nuevo y las paredes que había puesto para protegerme de esto s empezaron a caer, hasta que un día ya no pude más y recurrí al famoso amigo que muchos conocen "la cuchilla", para mi esa era la única forma de desahogarme, ya las lágrimas no me funcionaban, desde ese momento empecé a desear muchas veces morir que seguir en ese lugar, empecé a inventar que estaba enferma y todo porque no quería ir al colegio.

Pasaron los meses y empecé a conocer gente fuera del colegio, entre esas personas había un chico que desde que lo vi me había llamado la atención y que con el pasar de el tiempo me di cuenta que me gustaba. Pasó el tiempo y empezamos a salir solos y a los pocos meses me pidió ser su novia lo cual acepté con gusto, 6 meses después me dijo que sólo había jugado conmigo, que no me quería para nada y que yo solo había sido un "bacile". Mi corazón se rompió en mil pedazos y jamás dejé que mi familia me vea así. Han pasado más de dos años y las bromas en mi colegio siguen, me he "unido" a las fiestas, al alcohol y al tabaco, pues son mi única salida de escape a todo lo que sufro día a día. Me siento pésimo, jamás pensé que mi vida sería de esta forma, me he enamorado pasajeramente de muchos chicos y todo por ese corazón roto que tengo, mis papás ya se dieron cuenta de todo lo que he pasado en la secundaria y decidieron que vaya con el psicólogo pero eso no me sirve. Pensaron en cambiarme de colegio pero estoy a un año de graduarme y ya no pueden hacer nada. Me han llevado a la iglesia para conocer gente ahí pero eso tampoco me ha ayudado, porque ahí también me evitan en todo momento. 

Muchas veces pienso en quitarme la vida pero se que sería egoísta de mi parte con mi familia, siento que escribir esto me va a ayudar, a realizar el famoso "Borrón y cuenta nueva" y espero que así sea.

BULLYING STOPS HEREМесто, где живут истории. Откройте их для себя