BULLYING STOPS HERE

2. Natalia

Natalia. 15 años.

Sé que esto es muy repetitivo en las historias que están escritas en este "libro" pero...

Muchísimas gracias a Nerea por darnos la oportunidad de desahogarnos de cierta manera, ver cómo la gente comprende tu historia y te apoya es una cosa que ayuda a avanzar a muchos incluso a mí.

Lo primero de todo, me llamo Natalia de ElMundoDeTali, tengo quince años y me parece que soy las más joven de todas.

Todo comenzó cuando tenía siete años, era una niña normal al menos eso pensaba yo, para las otras niñas yo era la "rara". A mí siempre me ha gustado ir con chicos y parece ser que a las niñas de mi colegio no les hacía mucha gracia, pero bueno yo solo tenía siete años y no me daba cuenta de nada. Empecé a crecer y cumplí los nueve, para ese entonces yo seguía prefiriendo a los chicos y era algo que les molestaba cada vez más, yo iba con una niña que siempre estaba conmigo, ella me decía que no les hiciese caso porque no tenían razón ninguna para enfadarse, pero a mí me daba igual lo que me dijese ya que yo siempre había sido manipulada y que cuando hacían un comentario o crítica sobre mí yo intentaba cambiar para que esas personas no me juzgaran. Las chicas de mi curso al principio empezaron a meterse conmigo enviándome indirectas de que si estaba más gorda que antes y esas cosas que para mí eran "típicas" de unas envidiosas pero se pasaban tanto con sus comentarios que cuando llegaba a casa lo único que hacía era llorar y llorar hasta quedarme dormida. A veces cuando era la hora del patio y nos dejaban ir al lavabo algunas me hacían entrar en el de chicos y encerrarme hasta que ya dejaba de darle golpes a la puerta y cuando la abría todas se iban corriendo mientras se reían, me humillaban delante de clase y a veces hasta los profesores se reían. Cuando cumplí los trece los insultos fueron a mayor y cada vez eran peores, mi amiga era la única que me defendía, pero las otras chicas cuando me veían por la calle me acorralaban en una esquina y me pegaban hasta dejarme en el suelo llena de moratones y heridas que cuando llegaba a casa tenía que mentir a mis padres diciendo que me había hecho daño en el patio jugando con mis "amigas". Las ignoré por un tiempo, hace 1 año que me vinieron algunas a perdonarme y al día de hoy a veces hablamos como si no hubiese pasado nada.

Ahora tengo quince años, y estoy orgullosa de haberlas perdonado porque aunque me hicieron daño, no tengo por qué tenerles rencor.

Todas aquellas personas que se metan con cualquier chica o chico por muy "rarito" que lo veáis no se os pasa por la cabeza la pregunta típica de: ¿y si esa fuera yo?

Tali.