22. Tess

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Tess. 14 años.

Todo comenzó desde primaria, sufrí bullying por 6 años, soporte esa mierda por 6 jodidos años en los que nadie pareció escuchar mis sollozos.

Al final después de 6 años todo tiene un final, ¿no? El mío llego cuando iba a entrar a 1ro de secundaria, un mundo iluminado al que pensaba "Será lo mejor, lo más grandioso. Todo cambiara de mal para bien". Malditas mentiras y pura basura. Todas las burlas me destruían por dentro pero por fuera yo era "fuerte". Já.

Todos comenzaron a conocerme como la que siempre llora. Todas mis quejas iban directo a la oficina pero todos las pasaban desapercibidas. 2do de secundaria. Va a cambiar todo, estaré mejor. No. Antes yo era esa chica con grandes sonrisas después de grandes lágrimas. Ya no. Mentiras, hipocresías, burlas, promesas rotas, rumores, amigos falsos, chisme. Todo absolutamente todo junto me mataron, asesinaron a esa chica que daba todo por no ver a nadie infeliz. 

Comencé a cortarme los brazos, comencé a ser una -suicida-. Me cortaba siempre que me sentía mierda, todos los días. Y siempre que me quejaba era peor. Las burlas paraban un rato, pero después todo volvió más duro. Todo se volvió en contra mía, toda mi vida, todos dejaron de hablarme ahora sólo me molestaban o se reían de mi o de mi casa, o de mi cuerpo o mi rostro. Mi mamá se enteró de que me cortaba, se lo contó a la psicóloga de la escuela, la sub-directora, mi "amiga", la que contaba absolutamente todo y me tachaba como enferma mental. Pare de cortarme, se lo prometí a papá y a mamá. 

Todo volvió de nuevo, me jodi los brazos, otra vez... Dios, se lo prometí a mi madre, cada día rezando, pidiendo, rogando: ¡Dios, por favor para esto, mata el dolor. Lo siento por nacer, lo siento... Sólo por favor para esto! Deseando morir cada día de mi infeliz vida. 

Un día, llegue a la escuela, sonrisa falsa y pasos rotos. Tome medio bote de pastillas y trate de suicidarme. Me estaba desmayando, la escuela llamo a mi mamá y ella rápidamente me llevo al hospital. Oía sus plegarias de que no me fuera, oía como sollozaba y me pedía que me mantuviera despierta. 

Llore como nunca, "Lo siento, mami". Mis últimas palabras antes de que me lavaran el estómago. Actualmente ya no estudio en esa escuela, ya no corto mis muñecas. Pero me siento triste, vacía. Gracias a ellos no puedo ser feliz sin ver las cicatrices en mis brazos y recordar mi pasado. Ellos me robaron mi felicidad, mis sonrisas y me cambiaron por una fría, grosera chica que se cortaba y cada vez que alguien ve sus cicatrices se aleja o se esfuma. 

Gracias a ellos, la niña feliz y alegre murió.

Está es mi historia, gracias por leer...





BULLYING STOPS HEREWhere stories live. Discover now