—Harry sucede ¿Cómo está él? ¿Lo has visto estos días? —

—No, no quiere salir con nosotros, solo trabaja y estuvo compensando los turnos que fue posponiendo. —Me respondió. —Por lo que sé está muy molesto.

—¿Molesto conmigo? —

—Con él mismo. Y con tu niñera por supuesto. —

Niñera.

—Quiero hablar con él, pero sé qué es él quien se comportó mal.

—Está arrepentido por como actuó. —Me aseguró. —Pero ese tipo también está haciéndole mal. Harry no pelea jamás con nadie Jessica, pero no puedes esperar que alguien lo golpeé y responda con sus palabras intelectuales.

Suspiré.

—Lo sé, Brian. —Susurré. —Lo sé muy bien.

—Se siente mal incluso porque cree que Ethan te metió cosas a la cabeza. Con respecto a... —Suspiró. —Las mujeres que mencionó.

—Nadie me mete nada a la cabeza. Lo quiero y él lo sabe.

—Pero aun así tu...

—Pero yo nada. —Negué, dejando el tema ahí, sin embargo, luego de unos instantes me angustié. —¿Por qué no quiere decirme qué es? —Le pregunté, refiriéndome a los inconvenientes, no tuve que explicarle, estábamos en sincronía.

—Porque no puede. —Respondió afectado.

—Entonces dime tú. —Mordí mi labio.

—No debo Jessi. —Respondió apenado.

—¡Pero! ¿Por qué? —Me quejé enterrando mi rostro entre mis brazos.

—Te recomiendo que solo olvides del tema. —

—¿Qué me olvide? —Reí irónica.

—Sí, y no bromeo. 

—No puedo olvidarme de algo que me tiene impaciente e insegura. Y más si sé que los inconvenientes provienen de esa tal Catherine. Antes no era seguro, ahora sí, y los culpables son ustedes.

—Nadie te afirmó que los inconvenientes provienen de ella. —Me dijo como si negara aquello. —Intenta hacerlo, olvídate y cuando él pueda quiera y necesite decírtelo, lo hará. Él no lo hará ahora, y solo te harás mal tú. Disfrútalo, él quiere hacerlo contigo. —

—¿Me está traicionando? —Lamenté.

—No, linda. No está traicionándote, ni engañándote. Nada de eso. —Su voz me lo dijo con tanta confianza seguridad y calma, a pesar de ya haberme lo dicho que de verdad quise creerle.

—¿Dañaría mi relación con él? —

—No, pero en realidad es depende de ti. –

—¿y puede... —

—No puedo decirte más Jessica. —Me interrumpió, ahora riendo.

—¡Ugh! ¡Estaba quitándote información! —Me quejé.

—Lo sé. —Emitió entre risas.

Miré el cielo y suspiré.

—Creo que será lo mejor. Olvidarlo. —Susurré. Él emitiendo un sonido de aprobación me dio a saber que estaba de acuerdo. —Pero lo consultaré con la genio, ella tiene la última palabra.

—¿Con la genio? —Preguntó. Yo asentí.

—Mi amiga. —

—¿La rubia con la que estabas en el club o las otras?

ARDER EN LIBERTADWhere stories live. Discover now