Mi Fulang me lleva a casa para una cena suave.

Capítulo 81

Aunque llevaban muchos años viviendo en el pueblo, cuando empaquetaron sus pertenencias con cuidado, había muchos trozos, pero no realmente dos objetos de valor.

El armario y el sofá, muy apreciados por los aldeanos, parecían elegantes en la casa de adobe, pero cuando se colocaban realmente en la mansión, resultaban un poco destartalados.

En un principio, Qin Xiaoman había pensado en mudarse a una casa en el condado, pero como Du Heng era ahora un erudito, también quería tener cierta grandeza y prestigio, así que dejó atrás esos supuestos grandes objetos de la aldea.

Empaquetó y se llevó parte de la ropa y la ropa de cama, algunas de las cuales sólo se habían comprado en los últimos años y aún podían aprovecharse.

Las ollas y sartenes, por ejemplo, no se las llevaron, ya que las habían encargado al taller de porcelana cuando se estaba limpiando la nueva casa y ahora las recibían en la puerta.

Los adultos estaban tomando la decisión de abandonar la casa, pero aunque los hijos de Cheng Yi eran pequeños, aún sentían mucha nostalgia.

Sabiendo que se mudaba a una nueva casa, los sirvientes de la familia empaquetaron sus cosas, y él también recogió todos sus juguetes desde que era muy pequeño hasta que ya no lo era tanto, y le pidió a Du Heng que se los llevara al condado con él, sosteniendo la cama balancín en la que dormía de niño.

Tanto Du Heng como Qin Xiaoman estuvieron de acuerdo en que el comportamiento de los niños era aceptable, y que estas cosas serían utilizadas por sus hermanos menores en el futuro.

No había muchas pertenencias en la aldea, así que se llevaron unos cuantos carros a la casa del condado, y los sirvientes pudieron empaquetarlos y acomodarlos en medio día.

"La casa es realmente magnífica, más grande que la de Yan San'er, y además parece nueva. La familia de un médico realmente gana dinero, y la casa está más bellamente restaurada que algunas de las casas de los eruditos. Al fin y al cabo, tenemos suerte de tener a Cheng Yi, puede vivir en una casa grande a los dos o tres años".

Aunque Qin Xiong sabía que Du Heng y Qin Xiaoman habían comprado una casa, los dos tenían tanta prisa que no tuvo tiempo de venir a echar un vistazo a la casa después de comprarla.

La primera vez que la limpieza se acercó, sólo una mirada superficial a la dirección y el feng shui, todos son buenos también no miró de cerca.

Esta vez, la casa estaba completamente limpia y lista para salir a dar un paseo, que era muy cómodo.

Cargó al peludo Cheng Yi sobre sus hombros y se paseó desde la habitación delantera hasta el patio trasero.

Era como un oso pardo que hubiera robado un conejo blanco.

Cuando era pequeña, se asustó y lloró al ver a Qin Xiong con sus cejas y ojos gruesos, y cuando lo vio venir, se escondió en los brazos de Qin Xiaoman y ocultó sus ojos de Qin Xiong.

Qin Xiong miró a la pequeña, rosada y suave, y la quiso tanto que a menudo le llevaba algo de comida cuando volvía de hacer negocios en el condado.

Primero, se la llevaba a su padre y se la pasaba al pequeño, pero después de que más veces el pequeño supiera que tendría comida cuando viniera a casa, Qin Xiong se la daba personalmente, y el pequeño susurraba lentamente "tío".

No sólo había comida, sino que además el tío le dejaba sentarse tan alto que podía ver por encima de su hombro.

Cheng Yi se encariñó cada vez más con aquel tío de aspecto robusto y fiero.

Enterró la cabeza y susurró suavemente al oído de Qin Xiong: "Padrecito dijo que había muchas habitaciones y que el tío también podía vivir en una".