Mi Fulang me lleva a casa para una cena suave.

Capítulo 62

Ya era por la tarde cuando Du Heng llegó a casa, y ni siquiera almorzó antes de apresurarse a hacer los seis regalos para el tutor del profesor, pensando que prepararía la cena temprano cuando llegara a casa.

Compró apio, semillas de loto, judías rojas, dátiles rojos, canela y tiras de carne magra de cerdo seca en el condado.

"Du Tongsheng."

Justo cuando llegaba a la entrada de su patio, vio al granjero contratado por la familia que salía con una carga de pasteles marchitos y se encontró con él cara a cara.

"¿Para qué son estos pasteles?"

"Les pedí que los trajeran a la casa para abonar la tierra. Por fin has vuelto, hice huevos revueltos con tofu a la hora de comer y te guardé la mitad".

Du Heng sonrió y contestó, despidió a los granjeros contratados y condujo el carro de bueyes al patio.

"¿Dónde le dijiste al granjero contratado que trajera el fertilizante?".

Qin Xiaoman dijo: "El resto de la tierra en casa está abonada, y no necesitamos abonarla, así que tenemos fertilizante de sobra. Le he dicho al tío Er Tan que necesitamos azadonar y aflojar la tierra que estamos cultivando ahora, así que quien esté libre puede venir a echar una mano, y podemos conseguir una carga de fertilizante en casa."

Du Heng enarcó las cejas: "Eres un buen trabajador. La tierra del agricultor contratado es fértil y la cosecha es buena para nosotros, pero al final es nuestra propia tierra."

Qin Xiaoman se encargó de echarse a los hombros todas las cosas que Du Heng había comprado y las llevó a la sala: "Después de todo, tengo que reconocerte el mérito de haberme enseñado bien. ¿Has terminado hoy de matricularte en la escuela? ¿Cuándo irás a la escuela?".

Du Heng se sirvió un vaso de agua y se lo bebió: "Ya está, dentro de tres días podré ir a la escuela. No sabes lo cara que es la matrícula en el Colegio Banyan, cuesta diez taels al año".

"¡¿Diez taels?!"

Los ojos de Qin Xiaoman se abrieron de par en par, y no pudo evitar quedarse con la boca abierta durante un buen rato.

Se había gastado diez taels hoy, y la plata restante sólo le alcanzaría para pagar la matrícula en el Colegio Banyan durante otros dos años.

La familia estaba ahora al límite, pero Qin Xiaoman estaba preocupada por Du Heng. "Menos mal que hoy te he dado diez taels, de lo contrario no habría podido matricularme en el colegio, así que debería haberte dado más."

"Da la casualidad de que tengo suficiente. Adivina a quién más me he encontrado hoy en la escuela". Du Heng dijo: "El Joven Maestro Mu, que nos ayudó en nuestros negocios en el condado".

"¿También estuvo en el Colegio Banyan?". Qin Xiaoman recordó de repente que era estudiante en el Colegio Banyan. "Eso es bueno, el Maestro Mu es un hombre honesto, y es un viejo conocido tuyo".

Du Heng sonrió y asintió, "Exactamente, el Joven Maestro Mu es muy entusiasta e incluso me mostró la academia hoy."

"¿Es bonita esa academia?"

"Es buena, la matrícula es muy alta, cómo no va a ser buena".

Cuando Qin Xiaoman vio que Du Heng estaba satisfecho, se olvidó de la matrícula y dijo: "Ya le he hablado al tío Er de tus estudios en el Colegio Banyan".

Du Heng respondió: "De acuerdo".

Era realmente incómodo conducir un carro de bueyes hasta la ciudad condal por su cuenta, ya que no había lugar para atar los animales en la escuela, y si aparcaba el carro de bueyes fuera de la ciudad, en el cobertizo del ganado, le costaría unos diez yuanes al día, lo que no era rentable durante mucho tiempo.