Por supuesto no faltó alguien incrédulo que no quiso poner todos sus huevos en una sola canasta.

─La felicidad eterna es el deseo humilde de un hijo para sus padres, espero que los siguientes años sean venturosos y pacíficos y que el gobierno justo del Emperador de Jade siga dirigiendo la creación de la mano del Consorte Imperial ─exclamó con la copa entre sus manos y la cabeza gacha mostrando arrepentimiento por su anterior comportamiento.

─ ¡La felicidad eterna es nuestro deseo para la Pareja Real, padres de toda la creación! ─secundó el Buda Sonriente imitando a su sobrino.

El resto se unió levantándose con sus copas llenas, el Dragón Azur bebió por él y por su esposo recibiendo sus buenos deseos mostrando sus encantadores hoyuelos. Se levantó silenciando la música, tomó de la mano a su esposo y sonriendo decidió anunciar la feliz ocasión.

─El banquete realizado hoy no sólo es para celebrar que el aroma de peonías viaja con el viento por todos los caminos, la familia real ha sido bendecida ya que mi esposo está embarazado ─dijo mirando a Xi Zhen con dulzura.

Los asistentes volvieron a brindar expresando sus buenos deseos, Zheng Guo los secundó hasta que volteó a ver a su pequeño polluelo y lo encontró aprovechando su descuido para servirse y beber su propia jarra de vino.

─ ¿Por qué  te gusta hacer este tipo de travesuras, Taehyung? ─regañó haciendo que los sirvientes retiraran el alcohol.

El castañito lo miró con tristeza, boqueó a nada de empezar un berrinche y devanó sus sesos pensando en un razón válida para refutar sin parecer un pequeño tirano demasiado mimado e inmaduro.

─Todos están bebiendo, si más tarde alguien viene a brindar conmigo ¿cómo responderé a su cortesía?

─Yo responderé por ti.

─Ya mucho se habla de mi mal carácter, sólo falta que se diga que lo obligo a hacer cosas por mí, Su Alteza Real.

─Déjalos, sus opiniones personales no podrían importar menos para mí.

Finalizada la comida, sólo quedaron aperitivos pequeños en los platos de oro y renovadas jarras de aromático vino. En el escenario, un grupo de bailarinas finalizó su danza siendo altamente aplaudidas antes que todo quedara en silencio, unos ligeros pasos se escucharon mientras la Señora Menor aparecía ataviada con un hermoso traje y empezara a recitar acompañada sólo de un instrumento de cuerda pulsada.

Sobre las montañas orientales
Brilla la luna, reluciente blanco.
Madre futura, su rostro,
Circunda delante de mi mente.                                                                                                 Verdes vástagos plantados el pasado año
Hoy están hacinados como bálagos.
El cuerpo del hombre joven, crece,
Tan firme como un arco de cuerno.                                                                                        Si fue ella quien robó mi corazón
Debería llegar a ser mi esposa;
Como lograr una joya
Extraída de las profundidades del océano.                                                            Un amor encontrado de paso,
Muchacha con los miembros fragantes;
Como encontrar rara turquesa
Y llevarla.

Su caminar imitó la postura de un señorial pavo real sin parecer pretencioso o artificial, tan elegante que cautivó a muchos de los presentes que la alabaron por atreverse a recitar los versos del sexto dalái lama para llamar sutilmente la atención del Segundo Príncipe cuyo interés por la pintura y otras artes era bastante sabido. Raga dejó que el intérprete rasgara las cuerdas por el tiempo de media vara de incienso, invitando a cualquiera de los presentes a seguirla, no vio directamente al fénix pero estuvo pendiente de su reacción y no se inmutó cuando un dios fue el que retomó los versos.

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now