Antes que la familia Kim pudiera decir más, ambos se retiraron a una velocidad imposible de captar para los humanos. Toda la familia de pronto se encontró parada frente a una mesa llena de platillos que no recordaba haber pedido, cuando la persona que los atendía ingresó para preguntar si deseaban algo más, aprovechó para aclarar sus dudas.

─Su familia y usted hicieron el pedido de todos los platillos que se encuentran en la mesa, señor. También se pagó todo por adelantado ─indicó extrañada por el comportamiento de sus clientes.

─Debe ser como dice, perdón por las molestias ─respondió rascándose la cabeza avergonzado.

A una distancia considerable del restaurante, el dios del fuego y la estrella se detuvieron en un antiguo templo con una inscripción poco legible en su puerta hecha de varios pilares de madera. Zheng Guo alzó su mano para hacer contacto con la barrera de protección antes de invitar al castañito a pasar.

─No sabía de la existencia de este templo ─murmuró con la voz todavía ahogada.

─Hace muchos años algunos monjes viajeros hicieron este pequeño templo dedicado al dios del matrimonio, nunca fue muy popular así que es normal que la gente no sepa que existe ─explicó caminando hacia el patio principal, a pesar de la antigüedad, todo estaba limpio y sin rastros de maleza─, los aprendices de KunLun bajan al mundo humano periódicamente, algunos sólo para exorcizar demonios y seres malignos, otros se quedan una temporada. Estos templos se ofrecen como su hogar con la condición de que los mantengan en buen estado y atraigan a un par de feligreses a hacer una ofrenda o quemar incienso si fueron de ayuda.

─Entiendo ─asintió limpiando la humedad en sus mejillas.

─No te preocupes, actualmente no hay nadie, puedes llorar todo lo que desees. ─Tiró de él para quedar sentados en una silla rústica bajo la sombra, entrelazó sus dedos y pasó un pañuelo de seda por su carita.

─Lamento que mi papá fuera grosero contigo, él no lo hizo con mala intención ─puchereó tratando de no llorar más.

─Lo sé.

─E-Ellos no son malos, sólo estaban sorprendidos...

─No necesitas explicarme nada, no te fuerces, hablaremos cuando quieras o también podemos quedarnos en silencio haciéndonos compañía.

El pequeño novio de fénix asintió con la cabeza gacha, el Segundo Príncipe le besó toda la carita consolándolo suavemente.

El cielo se nubló, algunas gotas de lluvia cayeron refrescando el ambiente mientras el tiempo pasaba, las dos personas apoyadas juntas no se movieron hasta que la tarde bañó todo con su gama cálida de amarillo, naranja y morado.

─ ¿Crees que me precipité? Tal vez debí desaparecer en silencio, los preocupé y los hice enojar sólo por mi egoísmo. ─Taehyung se frotó los ojitos, no pudo evitar sentirse sin fuerza así que se recargó por completo en el cuerpo fornido del Rey de las Aves.

─Desaparecer como una ráfaga de viento te habría hecho sentir mucho más triste, tal vez no fue la despedida que planeabas pero las cosas no siempre salen como uno quiere.

─Estaré un tiempo triste ─admitió puchereando.

─Lo sé, pequeña luz.

─ ¿Puedes cantarme una canción? Seguro me sentiré un poquito mejor ─pidió jugando con la manga ajena.

─ ¿Qué canción quieres, pequeño polluelo revoltoso?

─La que cantaste la noche que nos volvimos a ver.

Pequeño bebé, duerme pronto,
en tu sueño vas a tener mi compañía.
Te acompaño cuando ríes, cuando estás cansado.
Te abrazo cariñosamente.
Pequeño bebé, duerme pronto;
¿Cuántas veces vas a soñarme?
Si estoy en tu sueño, tendrás el sueño más bonito.
Te consolaré al despertar (...).

HILO DE SANGRE - KOOKTAEWhere stories live. Discover now