Not The Right One (fanfic n.h)

39

Lunes, 9.30 pm. 

—Siento ser aguafiestas, Niall, pero no creo que encuentres señal por aquí. —Comentó Nick, al notar que no dejaba de sacar su teléfono del bolsillo y mirar la pantalla. —Hay demasiada gente.

Se encontraban en el centro de Brighton. De nuevo. Esta vez, sin embargo, la ciudad parecía tener más vida, puesto que en la noche había muchas ferias de juegos y artesanías, por lo que se llenaba de gente -aunque mucho menos que en verano - que iba a pasar el rato, igual que ellos. 

Los adultos de la casa prácticamente los habían sacado de sus camas para salir, pues Jane, Nick y Niall se habían pasado la tarde durmiendo. "Como buenos adolescentes", decía Denise al momento de levantarlos. 

—No perdía nada con intentarlo —Se defendió Niall, devolviéndolo a sus vaqueros. 

—Hey, ¿Dónde están los demás? 

Niall dejó de caminar y miró hacia todos lados, buscando al resto de la familia entremedio de todo el gentío. —Ni idea. 

Por alguna razón, la idea de seguir en medio de tanto alboroto solo con Niall no le parecía muy buena. No sentía muchas ganas de seguir ahí, en realidad, quería volver a casa y descansar. Además, Niall estaba tan pendiente de su teléfono, quizá él tambien preferiría estar en casa y buscar señal. 

—¿Qué tal si volvemos a casa?

—Claro. Podemos volver otro día. Estoy cansado. 

Al volver, notaron que los demás aún no llegaban a casa. Todas las luces estaban apagadas y el silencio reinaba, como nunca, ahí dentro. Entraron y se encargaron de encender todo. 

Niall salió a la terraza en busca de señal, pero al no lograrlo, decidió que sería mejor bajar hasta la playa. —Ya vuelvo. 

Nick se apresuró en salir a la terraza y observarlo desde ahí. Odiaba ir de espía tras él, pero estaba preocupada por esa sonrisa que ya casi no aparecía. La extrañaba, al igual que al lado entusiasta de su mejor amigo. 

Niall se sentó sobre la arena y, con la espalda encorvada, se concentró únicamente en su celular. Se veía pequeño desde ahí arriba, no obstante, Nick podía distinguir la luz del aparato sobre su rostro. Le puso de pie, caminó unos cuantos metros, pero no parecía obtener buenos resultados. Llevaba el teléfono en su mano, extendida en el aire, como si elevándolo unos cuántos centímetros sobre él pudiese ayudar en algo.

En un momento se puso con prisa el teléfono en la oreja. Al parecer logró hallar señal. Dejó de caminar justo ahí y se sentó con sumo cuidado. 

Y ahí se quedo. Durante casi una hora. 

Nick decidió que quizá era el momento de dejarlo en paz y volvió a entrar en la casa. Un rato después llegó el resto de la familia. 

Maura, que venía cargando un par de bolsas se sorprendió al verla. —Hey, chicos. Desaparecieron de pronto, ¿Por qué han vuelto sin nosotros?

—No nos dimos cuenta cuando ya no los entramos y preferimos volver. Estábamos cansados, de todos modos. 

Jane, que venía de entrada, le lanzó una mirada acusadora en cuanto la oyó hablar. Nick le levantó las cejas para defenderse, como diciendo "Hey, digo la verdad". 

—¿Y mi hijo, dónde está? 

—En la playa, hablando por teléfono. 

—Seguro que es la novia. Es bastante complicada esa chiquilla. 

Si Maura lo decía... pues que sea la ley. 

Pasado un rato, volvió a asomarse por el balcón de la terraza. Lo buscó con la mirada, pero no se veía. De pronto su corazón estaba saltándose unos cuantos latidos. ¿Dónde diablos se había metido?